Repulsión (1965)

“Repulsión,” la película de Roman Polanski, no es un simple melodrama de amor; es una profunda exploración de la angustia existencial, la represión y la lucha interna de una joven contra las expectativas y las normas sociales. La película, estrenada en 1965, sigue a Carol Ledoux, interpretada con una vulnerabilidad hipnótica por Nico, una joven belga que se encuentra atrapada en una espiral de sentimientos confusos y aterradores. Polanski, con su habitual maestría, construye una atmósfera claustrofóbica y perturbadora que envuelve al espectador desde los primeros minutos, anticipando el descontrol mental queCarol experimentará.

La dirección de Polanski es, sin duda, el punto más fuerte de la película. Su uso de la cámara, con sus largos planos, sus ángulos inusuales y sus movimientos precisos, contribuye a crear un sentido de tensión constante. El apartamento, pequeño y oscuro, se convierte en un personaje más, reflejando la opresión y la incomunicación que sufren los personajes. La planificación de cada toma es impecable, y el director explora a fondo las emociones de Carol, incluso cuando estas se manifiestan de formas extrañas y aterradoras. La banda sonora, igualmente, es fundamental para este efecto, amplificando la sensación de inquietud y fragilidad.

La actuación de Nico es, simplemente, excepcional. Su interpretación de Carol es sutil pero impactante, transmitiendo con una mirada, un gesto, una expresión facial, la complejidad de su personaje. Nico no se limita a interpretar el papel; se *convierte* en él, ofreciendo una performance que es a la vez conmovedora y perturbadora. El resto del reparto, incluyendo a Alain Delon como el hombre casado, Julian, y a la hermana de Carol, Helen, interpretada por Annie Girardot, cumplen su función a la perfección, aportando credibilidad a la historia.

El guion, adaptado de la novela de Vladimir Nabokov, es un logro notable. Polanski, en colaboración con Nabokov, ha logrado mantener la esencia del original mientras introduce elementos propios que enriquecen la narrativa. La ambigüedad de la relación entre Carol y Julian es deliberada, y el espectador queda constantemente dividido entre la atracción y el rechazo, entre el deseo y el terror. El viaje psicológico de Carol, su descenso a la locura, está cuidadosamente construido y, a pesar de que a veces se siente lento, mantiene al espectador enganchado hasta el final. La película no ofrece respuestas fáciles; plantea preguntas incómodas sobre el amor, la identidad y la naturaleza humana. Es una exploración audaz de las fronteras de la mente, donde la realidad y la fantasía se difuminan.

A pesar de algunos momentos que podrían considerarse lentos, “Repulsión” es una película maestra, una obra que sigue siendo relevante y perturbadora décadas después de su estreno. Es una experiencia cinematográfica inolvidable que desafía al espectador a reflexionar sobre los misterios de la mente humana.

Nota: 8/10