Resacón 3 (2013)

“Resacón 3” no es una revolución, ni siquiera un buen avance respecto a sus predecesores. Si la primera entrega sorprendió por su humor absurdo y la dinamismo de la premisa, y la segunda aportó un desarrollo más profundo a la relación entre los amigos, esta tercera entrega se siente, en gran medida, como una repetición mecánica de fórmulas ya probadas. El intento de darles un propósito más allá de simplemente buscar el caos y la diversión es, a mi parecer, un error crucial que debilita considerablemente el entretenimiento que ofrecía la saga.

La trama, centrada en el inesperado fallecimiento del padre de Alan, los impulsa a emprender un viaje en automóvil aparentemente destinado a resolver un asunto familiar, pero rápidamente se convierte en una sucesión de situaciones cómicas y desastrosas que, aunque divertidas en su momento, pierden fuerza al no estar bien integradas con la historia. La premisa de la muerte del padre podría haber sido una excelente puerta de entrada a la exploración de sus personajes y a sus emociones, pero en vez de ello, se utiliza como un detonante para un sinfín de gags, que se sienten a menudo superficiales y carentes de impacto emocional. La dirección de Ken Jeong, quien también interpreta a Chow, es competente pero no logra revitalizar la dinámica del grupo ni aportar una nueva perspectiva visual a la película. Se limita a seguir los patrones establecidos por los directores anteriores, lo que resulta en una experiencia visualmente poco estimulante.

El reparto, como siempre, está a un nivel muy alto. Zach Galifianakas ofrece una interpretación sólida como Alan, transmitiendo con naturalidad su confusión y frustración ante las situaciones en las que se ve envuelto. Bradley Cooper, Ed Helms y Justin Bartha cumplen con las expectativas, reiterando sus personajes y aportando momentos de humor que, aunque algunos resulten exagerados, son reconocibles gracias a su habitual química. Sin embargo, incluso las actuaciones más sólidas no pueden salvar una película que sufre de un guion inconsistente. La comedia a menudo se basa en chistes fáciles y situaciones de baja inversión, dejando a la película carente de profundidad y de un propósito más allá de la risa fácil. Las situaciones absurdas, que en las primeras entregas funcionaban como un escape cómico bien calibrado, aquí resultan repetitivas y predecibles.

En definitiva, “Resacón 3” es una experiencia entretenida pero olvidable. Si buscas una película para pasar el rato y reírte un rato, podría satisfacerte. Pero si esperas una película que profundice en las relaciones de los personajes, que explore temas más complejos o que sorprenda con una trama original, es probable que te sientas decepcionado. Es un final más o menos satisfactorio para una saga que, a pesar de sus momentos destacados, ha perdido su magia con el tiempo.

Nota: 6/10