Restless (2011)

“Restless”, la última película de Lila Aviles, es una experiencia cinematográfica inquietante y profundamente melancólica. A primera vista, la trama se presenta como un cliché de romance gótico, con una joven enferma terminal en busca de consuelo en un mundo de dolor y muerte. Sin embargo, la película trasciende lo meramente romántico para convertirse en un estudio sutil y evocador de la mortalidad, la pérdida y la búsqueda de conexión en medio del inevitable fin.

La dirección de Aviles es, sin duda, el corazón de la película. Su estilo es deliberadamente contemplativo, con largos planos secuencia y una paleta de colores apagados que reflejan el estado de ánimo general de la película: una atmósfera de quietud y desasosiego. Ella logra, con maestría, crear un ambiente que no es hostil, sino más bien un espejo de la condición humana, un lugar donde la tristeza y la belleza coexisten en una danza delicada. La película no intenta asustar al espectador, sino que lo invita a reflexionar sobre lo efímero de la vida y la importancia de los pequeños momentos compartidos.

Las actuaciones son extraordinarias. Mia Wasikowska ofrece una interpretación particularmente conmovedora como la protagonista, una joven atrapada entre la enfermedad y la necesidad de encontrar un propósito. Su vulnerabilidad y su silenciosa intensidad son palpables, y su relación con Henry Hopper, que interpreta con una naturalidad inquietante, se construye lentamente como un vínculo genuino. Hopper, a menudo en un papel secundario, aporta una profundidad inesperada a su personaje, ofreciendo una representación de un hombre atormentado por la pérdida y la soledad. La aparición del fantasma de Ryo Kase, un piloto japonés de la Segunda Guerra Mundial, añade una capa extra de complejidad a la narrativa, actuando como un catalizador para la introspección de los personajes principales. Kase, con su presencia etérea y su mirada distante, no es solo un elemento fantasmagórico, sino un reflejo de la propia mortalidad y el peso del pasado.

El guion, escrito por Aviles, es elegante y poético. Evita los clichés del género y se centra en la exploración de las emociones profundas de los personajes. Diálogos son raros, pero cada gesto y cada mirada transmiten una gran cantidad de significado. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas sobre el amor, la muerte y el propósito de la vida. El ritmo es deliberadamente lento, permitiendo al espectador sumergirse en la atmósfera melancólica y en la experiencia de los personajes. Hay momentos de gran tensión emocional, pero también de una belleza silenciosa y contemplativa. La película se beneficia de una musicalización minimalista pero efectiva, que contribuye a crear una atmósfera de ensueño. La ambientación, con sus casas victorianas y paisajes desolados, es casi un personaje más, intensificando el sentimiento de aislamiento y pérdida.

En definitiva, "Restless" es una película que requiere paciencia y una mente abierta. No es un drama ligero, pero sí una obra cinematográfica profunda, conmovedora y visualmente impactante. Es una película que te perseguirá mucho después de que los créditos finales hayan comenzado a rodar.

Nota: 7/10