Retales De Una Vida (2016)

“Retales de una Vida” (Fragments of a Childhood) de Stephen Elliott no es una película que se pueda simplemente ‘ver’; es una inmersión profunda, aunque incómoda, en la mente de un hombre desbordado por sus propios demonios. La película, lejos de ofrecer una narrativa lineal o un retrato sentimental de un caso judicial, se presenta como un collage caótico, fragmentado y a menudo perturbador de recuerdos, obsesiones y reflexiones sobre la vida, la muerte, el trauma y la búsqueda incesante de significado.

La dirección de Elliott es audaz y, a veces, deliberadamente desconcertante. No rehúye de los excesos visuales ni de la ambigüedad. El uso del color es inquietante, con paletas saturadas que refuerzan la sensación de desorden y caos interno. La cámara a menudo se mueve de forma errática, siguiendo el flujo de pensamientos del protagonista, evitando cualquier intento de ‘control’ narrativo. Esta técnica, aunque efectiva para transmitir la disfuncionalidad de la mente del personaje, podría resultar frustrante para algunos espectadores que buscan una experiencia cinematográfica más convencional.

James Franco, como siempre, entrega una actuación formidable. Interpreta a Stephen Elliott con una intensidad y una vulnerabilidad que son impresionantes. Él no solo encarna al personaje, sino que parece *ser* él, mostrando tanto su narcisismo y sus inseguridades como su dolor y su desesperación. Christian Slater, en el papel de Hans Reiser, ofrece un contrapunto interesante, representando una figura de autoridad y orden en el mundo del protagonista, sin caer en estereotipos. La química entre ambos actores es palpable y añade una capa de complejidad a la relación entre sus personajes.

El guion, escrito por Elliott y el propio Franco, es lo que realmente sustenta la película. No se centra en la investigación del asesinato – aunque el caso Reiser sirve como catalizador – sino en el proceso de escritura del protagonista, en sus intentos de comprender su pasado y encontrar una forma de darle sentido a su presente. La película explora temas oscuros y a menudo desagradables: el sadomasoquismo, el abuso infantil, la adicción y la obsesión. Estos temas se abordan con una honestidad brutal, sin buscar la moralización o la justificación. La película se pregunta qué hace que las personas se comporten como lo hacen, sin ofrecer respuestas fáciles. La escritura de Stephen se vuelve una metáfora de su propia vida, un intento desesperado de reconstruir piezas rotas de un pasado doloroso.

“Retales de una Vida” no es una película para todos los públicos. Es un trabajo exigente, provocador y, a veces, incómodo. Pero también es una película profundamente conmovedora y perspicaz que ofrece una visión única y perturbadora de la psique humana. No es fácil de digerir, pero su impacto perdura mucho después de que los créditos finales se hayan desplegado.

Nota: 8/10