Revenge (2018)

“Revenge”, la nueva película de Ori Dornelles, se presenta inicialmente como un thriller psicológico con elementos de suspense y, con el tiempo, se revela como una reflexión inquietante sobre la masculinidad tóxica, el deseo reprimido y las consecuencias de una búsqueda implacable de venganza. El concepto central – un grupo de hombres casados que se reúnen anualmente para la caza y la aparición de una mujer que resurge de entre los muertos – es lo suficientemente intrigante para captar la atención, pero la película logra mucho más que solo ofrecer un simple relato de "mujer vengativa".

La dirección de Dornelles es precisa y deliberada. Utiliza un estilo visual que oscila entre la belleza natural del paisaje canadiense y la opulencia de las propiedades de los personajes, creando una atmósfera de aislamiento y creciente tensión. Las escenas de caza, coreografiadas con una brutalidad sutil, no son solo momentos de acción, sino que sirven para establecer la dinámica entre los hombres y para desensibilizar al espectador ante la violencia, preparándolo para lo que está por venir. La película no se apresura a revelar sus secretos, cultivando lentamente la atmósfera de paranoia y suspenso. La banda sonora, minimalista y evocadora, complementa a la perfección el tono sombrío de la historia.

Las actuaciones son, en su mayoría, excepcionales. Josh Brolin, como el aparentemente tranquilo y sofisticado Henry, ofrece una interpretación particularmente destacada, equilibrando la calma contenida con destellos de ambición y una sed oculta. Ben Foster, como el controlador y ambicioso Clay, aporta una intensidad palpable al personaje, mientras que Kyle Chandler, como el taciturno y reservado Ted, consigue transmitir una sensación de tristeza latente. Sin embargo, el papel que realmente destaca es el de Hannah Furley como la protagonista, Lena, cuya resiliencia y determinación, incluso en medio de una situación inimaginable, son el corazón emocional de la película. Furley logra una actuación honesta y convincente, transmitiendo la desesperación y la furia de una mujer que lucha por recuperar su vida.

El guion, aunque presenta algunas fallas ocasionales en lo que respecta al ritmo, es en su mayoría sólido. Se centra en los matices de las relaciones entre los personajes, explorando sus secretos, sus frustraciones y sus deseos no expresados. La película no busca simplificaciones fáciles; las motivaciones de los personajes son complejas y a menudo contradictorias. La resolución, aunque un tanto abrupta, es lógica y satisfactoria, ofreciendo una conclusión que invita a la reflexión sobre las consecuencias de la venganza y la fragilidad de la identidad. En última instancia, "Revenge" es una película que no solo entretiene, sino que provoca y permanece en la mente del espectador mucho después de que terminan los créditos.

Nota: 7.5/10