Rico, Oskar und der Diebstahlstein (2016)

“Rico, Oskar und der Diebstahlstein” (Rico, Oskar y la Piedra Robada) es una película que se presenta como la conclusión de una historia, un dulce y agridulce epílogo a las aventuras de dos niños detectives. Y, en gran medida, cumple con esa promesa, aunque no sin ciertos matices y momentos que podrían haber sido más sólidos. La película, dirigida por Marc Pflaume, ofrece una ambientación pintoresca y un ambiente familiar que la hace atractiva para un público infantil, pero también puede resonar con aquellos que disfrutan de historias con un toque de misterio y un fuerte componente emocional.

La trama, centrada en el robo de una valiosa colección de piedras, es bastante sencilla, pero sirve como el catalizador para una serie de eventos que impactan directamente en la dinámica familiar de Rico y Oskar. La llegada de Tanya y Buhl, los nuevos compañeros de vida de la madre de Rico, introduce una capa de complejidad emocional y, al mismo tiempo, un elemento de tensión en la historia. La resolución del misterio, aunque lógica, podría haberse desarrollado con un ritmo más ágil. La búsqueda del ladrón, que culmina con un viaje a la costa del Báltico, funciona bien como un vehículo para que los niños enfrenten sus miedos y aprendan sobre la importancia de la amistad y la familia.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Tom Opel-Mouff, como Rico, transmite la vitalidad y el espíritu aventurero del personaje. Yian Espinas, en el papel de Oskar, aporta la dulzura y la vulnerabilidad que caracterizan al niño. La química entre ambos actores es palpable y contribuye significativamente al éxito de la película. Sin embargo, algunos de los personajes secundarios, como el abuelo Fitzke, aunque bien interpretados, carecen de profundidad y podrían haber sido más desarrollados.

El guion, escrito por Lars Windholz y Marc Pflaume, mantiene un tono ligero y divertido, pero a veces se ve afectado por un ritmo desigual. Hay momentos de tensión y suspense, pero también interrupciones que ralentizan la trama. La película explora temas como la pérdida, el cambio familiar y la importancia de los vínculos afectivos, pero estos temas se abordan de manera sutil y no siempre con la profundidad que merecen. La estética visual es agradable, con planos que capturan la belleza del entorno costero alemán, pero no llega a ser particularmente innovadora. El trabajo de la banda sonora es discreto, sirviendo eficazmente para crear el ambiente de la película.

A pesar de sus fallas, “Rico, Oskar und der Diebstahlstein” es una película reconfortante y entretenida, que ofrece un final satisfactorio para la saga de los detectives. Es una historia que celebra la amistad, la familia y la importancia de los valores humanos. Se posiciona como una opción válida para una tarde de cine en familia.

Nota: 7/10