“Rivales” no es una película que te impacte con efectos especiales grandilocuentes o narrativas revolucionarias. Es, en cambio, una pequeña joya cinematográfica que se alimenta de la tensión latente, las actuaciones convincentes y un guion que, aunque sencillo, logra mantenerte enganchado a sus personajes y sus conflictos internos. La película se centra en Tashi (interpretada con una sutileza admirable por Aaliyah Hussain) una mujer atrapada en una dinámica de poder familiar y profesional, un matrimonio en crisis y la constante sombra de la derrota de su marido, un boxeador venido a menos.
La dirección de Ben Croucher es precisa y elegida. Se centra en la intimidad de los personajes, en las miradas y los silencios que transmiten más que cualquier diálogo expositivo. Croucher evita los clichés del melodrama deportivo, optando por un tono realista y contemplativo, que, sin embargo, se vuelve progresivamente más intenso a medida que se desentraña el pasado de Tashi y su relación con Patrick (Alex Pettyfer), su antiguo mejor amigo y, paradójicamente, su ex novio. El uso de la fotografía es sutil pero efectivo, con una paleta de colores apagados que refleja el estado emocional de los protagonistas y un enfoque en los rostros, acentuando la importancia del juego psicológico.
Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Hussain ofrece una interpretación magistral, logrando transmitir la frustración, la determinación y el dolor de una mujer que lucha por mantener la estabilidad familiar y profesional. Pettyfer, por su parte, equilibra a la perfección la vulnerabilidad y la ambición de Patrick, creando un personaje complejo y sorprendentemente comprensible. La química entre ambos actores es palpable, y sus interacciones son el corazón palpitante de la historia. Incluso los personajes secundarios, como la madre de Tashi, cumplen su función de aportar profundidad a la trama y de profundizar en las dinámicas familiares.
El guion, aunque no exento de algunos momentos predecibles, se beneficia de un enfoque intencional en la construcción del suspense. La película se va construyendo lentamente, revelando detalles del pasado de los personajes a medida que avanza la trama. Se centra en la lucha interna de Tashi, en su decisión de tomar decisiones difíciles y en las consecuencias de sus acciones. La película explora temas como la ambición, el sacrificio, la lealtad y la búsqueda de la redención, pero lo hace de una manera honesta y sin adornos. Es un drama familiar con un núcleo deportivo, pero es mucho más que eso: es una historia sobre las decisiones que tomamos y sobre el precio que estamos dispuestos a pagar por lo que queremos.
En definitiva, "Rivales" es una película agradable y bien construida, que ofrece una experiencia cinematográfica satisfactoria. No es una obra maestra, pero sí una película que te invita a reflexionar sobre las complejidades de las relaciones humanas y sobre la importancia de tomar decisiones difíciles. Es una película que se queda contigo, incluso después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.
Nota: 7/10