Robin Hood (2018)

“Robin Hood” es un retorno al arquetipo del héroe rebelde, pero con una modernización que, si bien tiene mérito, no alcanza la profundidad que se esperaba. La película, dirigida por Ridley Scott, se presenta como una épica de acción con toques de comedia, y logra, en gran medida, cumplir con esa promesa, ofreciendo una experiencia visualmente impactante y llena de momentos de puro entretenimiento. Sin embargo, bajo la superficie del despliegue espectacular, se revela una narrativa que, en algunos puntos, se siente algo superficial y carente de la complejidad que podría haberla elevado a una categoría superior.

Taron Egerton ofrece una interpretación convincente de Robin Hood, un personaje marcado por sus experiencias bélicas y la necesidad de luchar contra la injusticia. Su transformación, desde el joven guerrero traumatizado hasta el líder carismático y decidido, se siente orgánica y, en general, es un buen trabajo. Jamie Foxx aporta una comedia física y un corazón genuino a la figura de Little John, el compañero leal y con un gran sentido del humor. Ben Mendelsohn, como el Sheriff de Nottingham, es, sin duda, el personaje más complejo y acertado. Mendelsohn logra un villano sutilmente motivado, que trasciende la simple caricatura malvada y se muestra más como una víctima de las circunstancias, aunque su interpretación, a veces, se inclina hacia lo exagerado.

La dirección de Ridley Scott es, como siempre, impecable. Scott demuestra su maestría en la recreación de entornos históricos, y la película se sumerge de lleno en la Inglaterra medieval, con paisajes grandiosos y coreografías de combate bien ejecutadas. La acción es visceral y emocionante, con escenas de persecución y duelos que mantienen al espectador en vilo. Sin embargo, el guion, escrito por John Goldwyn y William Goldwyn, presenta algunas fallas. Aunque la película aborda temas de justicia social y rebelión contra la opresión, estos se plantean de manera relativamente simple y no se exploran en profundidad. El desarrollo de los personajes secundarios es limitado, lo que dificulta la creación de una verdadera sensación de comunidad alrededor del héroe Robin. Además, la trama, a pesar de sus giros, se siente predecible en ciertos momentos.

Si bien la película ofrece un espectáculo visualmente impresionante y un buen entretenimiento, carece de la sustancia dramática y la complejidad temática que se esperaría de una adaptación de una historia tan rica como la de Robin Hood. La película podría haber aprovechado la oportunidad para profundizar en las motivaciones del personaje, explorar las consecuencias de sus acciones y presentar un análisis más crítico de la opresión social y política de la época. En última instancia, “Robin Hood” es una película visualmente atractiva, pero que, a pesar de sus virtudes, no logra consolidarse como una obra maestra del género.

Nota: 6.5/10