Romanzo criminale (2005)

‘Romanzo Criminale’ (Gomorra) no es un simple thriller de mafia; es un retrato implacable y, francamente, aterrador de la vida en el corazón criminal de Nápoles en los años 80. El director Roberto Saviano, con una valentía y audacia impresionantes, nos entrega una obra cinematográfica que desafía el espectador a confrontar la brutalidad, la corrupción y la desesperación que definen el inframundo napolitano. La película no intenta glorificar o romantizar a sus personajes; al contrario, los muestra en toda su fealdad, revelando sus motivaciones más oscuras y sus métodos más despiadados.

Lo que distingue a ‘Romanzo Criminale’ de otros filmes del género es su enfoque meticuloso y realista. Saviano, a diferencia de muchos de sus contemporáneos, opta por un estilo de filmación que refleja la crudeza y la violencia de la trama. La fotografía es sombría y opresiva, con planos largos y detalles que comunican una sensación de claustrofobia y peligro constante. El uso de la cámara, a menudo enfocada en los rostros de los personajes, captura la angustia, la desesperación y la ausencia de esperanza en sus vidas. La banda sonora, minimalista y perturbadora, complementa a la perfección la atmósfera general de la película.

Las actuaciones son excepcionales en todos los niveles. Ciro Pirillo como Libanés, el joven líder de la familia criminal, transmite una ambición y una frialdad que te helan la sangre. Javier Sollima como Frío, su segundo al mando, aporta una presencia amenazante y una vulnerabilidad que lo convierten en uno de los personajes más complejos de la película. Pero, sin duda, la interpretación de Toni Serval como El Negro, el "samurai" mafioso, es la más memorable. Su mirada penetrante y su comportamiento frío y calculador lo convierten en una figura imponente y aterradora.

El guion, adaptado de un libro homónimo de Roberto Saviano, es brillante. Saviano no se limita a narrar eventos violentos; profundiza en las dinámicas familiares, las relaciones de poder y las motivaciones de cada personaje. La película explora cómo la violencia se perpetúa de generación en generación, cómo la corrupción se arraiga en la sociedad y cómo la ausencia de estado de derecho permite que el crimen prospere. La trama no es lineal; se desarrolla de manera orgánica, revelando gradualmente las conexiones entre los personajes y las capas de la operación criminal. La película está llena de detalles que, a primera vista, pueden parecer insignificantes, pero que en conjunto contribuyen a crear un retrato complejo y matizado del mundo criminal napolitano.

‘Romanzo Criminale’ no es un film fácil de ver, pero es una experiencia cinematográfica esencial. Es una película que te marca y que te hace reflexionar sobre la naturaleza humana, la corrupción y el poder. Es una obra maestra del cine contemporáneo, que merece ser vista y analizada.

Nota: 9/10