Rompedientes (2010)

“Rompedientes” (Tooth Fairy) es una propuesta sorprendentemente original y con una chispa de humor que, a pesar de sus algunos tropiezos, se erige como una comedia juvenil que merece la pena descubrir. La premisa, sencilla pero efectiva, de un estrella del hockey que es castigado a convertirse en un hada madrina, abre las puertas a un universo de posibilidades visuales y situaciones cómicas que, en gran medida, se cumplen, aunque no sin algunos vacilantes momentos.

La dirección de Sam Levinson, conocido por su trabajo en "Euphoria", imprime una estética fresca y atrevida a la película. El uso de colores vibrantes, la banda sonora moderna y la estética general recuerdan a series como “Sex Education”, sugiriendo un tono desenfadado y una actitud de “no nos importa lo que piensen”. Esta coherencia visual refuerza el mensaje subyacente de la película: aceptar la imperfección y abrazar la individualidad. Sin embargo, a veces la estética, aunque atractiva, puede ser un poco recargada, apelando más a la moda que a la narración.

Las actuaciones son, en su mayoría, sólidas. Seth Rogen, en el papel de Derek Thompson, se deshace completamente de su imagen de estrella de acción, entregando una interpretación genuinamente divertida. Su evolución, desde el arrogante estrella del hockey hasta el hada madrina torpe y consciente de sí mismo, es el corazón de la película. Hay un equilibrio interesante entre la comedia física y el desarrollo del personaje. De igual modo, Liev Schreiber, como Lily, aporta un aire de autoridad y sabiduría al rol de la veterana hada madrina. Su personaje, aunque inicialmente un poco estereotípico, se beneficia de un desarrollo gradual que le otorga mayor profundidad. El dúo entre Rogen y Schreiber genera momentos genuinamente divertidos, con una química que es fundamental para el éxito de la película.

El guion, aunque a veces se apoya en clichés de la comedia adolescente, posee una inteligencia subyacente. La película explora temas como la presión social, la responsabilidad y la importancia de la empatía. El concepto de “rompedientes” (los dientes que Derek da a los oponentes) es una metáfora brillante de su propia falta de compasión y su incapacidad para ver el mundo desde la perspectiva de los demás. La construcción del universo de las hadas y las hadas madrinas, aunque simplificada, se siente orgánica y crea un marco narrativo creíble para las situaciones cómicas y los momentos de reflexión. No obstante, la trama, en algunas ocasiones, se adentra en territorios un poco forzados y algunos diálogos resultan un poco torpes, perdiendo parte del encanto de la película.

En definitiva, "Rompedientes" es una comedia juvenil con un corazón, que consigue entretener y, a la vez, plantar la semilla de la reflexión. Es un filme que invita a disfrutarlo con una mente abierta y con ganas de reírse, sin tomarlo demasiado en serio.

Nota: 7/10