Ropa nueva (1988)

“Ropa nueva” (New Girl on the Block) no es una película que deja una huella imborrable, pero tampoco la necesita. Es una comedia de acción de bajo presupuesto, con un aire de película de instituto de los 90, que cumple su cometido con una torpeza encantadora y un ritmo constante que, si bien no es vertiginoso, tampoco es monótono. La película se centra en Nick Dunbar, interpretado con una frialdad casi letal por parte de Jake Johnson, un agente de policía que, bajo el seudónimo de Nick Springsteen, se infiltra en un instituto para limpiar el nombre de su hermano acusado de asesinato. La premisa, aunque ligeramente arquetípica, ofrece un punto de partida interesante para un thriller juvenil con toques de comedia.

La dirección de Ben Castro es, en general, funcional. Evita la sobreproducción y apuesta por una estética visual que recuerda a las películas de detectives de los años 80 y 90, utilizando colores apagados y una iluminación que intensifica la atmósfera de sospecha. Sin embargo, la dirección no logra elevar la película más allá de lo básico. Algunas escenas, especialmente las de acción, se sienten un poco forzadas y carecen de dinamismo. La banda sonora, compuesta por Michael Petrocelli, contribuye a crear el ambiente, empleando melodías nostálgicas que refuerzan la sensación de viaje en el tiempo. Pero la música, en definitiva, no es un elemento revolucionario.

El núcleo de la película reside en las actuaciones, y aquí, Jake Johnson brilla con luz propia. Su interpretación de Nick Springsteen es magistral; transmite la tensión del agente infiltrado con una sutileza que contrasta con la aparente despreocupación del personaje. La química entre Johnson y su co-protagonista, la atractiva Taylor Russell, es palpable, y su relación, aunque quizás un poco rápida, ofrece momentos genuinamente divertidos. La dinámica con los secundarios, particularmente el elenco que interpreta a la pandilla de matones, es un punto fuerte de la película. Se aprecia un esfuerzo por darles profundidad a estos personajes, más allá del arquetipo del grupo de delincuentes.

El guion es donde la película más acierta, aunque también donde es más evidente su presupuesto limitado. El ritmo es rápido, con diálogos ingeniosos y situaciones cómicas que alivian la tensión. La trama, aunque predecible, está bien construida y mantiene al espectador enganchado hasta el final. Sin embargo, el guion carece de originalidad y recurre a clichés del género. La resolución del conflicto principal es satisfactoria, pero no ofrece ninguna sorpresa. La investigación del asesinato del profesor Bradwood se siente a veces un poco apresurada, y algunos detalles podrían haberse desarrollado con mayor profundidad.

En definitiva, “Ropa nueva” es una comedia de acción juvenil entretenida, pero sin pretensiones. No es una obra maestra, ni se aleja del género, pero ofrece una experiencia de ocio agradable y un buen ejemplo de cómo se pueden hacer películas de bajo presupuesto con una puesta en escena cuidadosa y actuaciones convincentes. Es una película de disfrute ligero, perfecta para una noche de cine familiar.

Nota: 6.5/10