Rounders (1998)

“Rounders” (1998) no es solo un thriller de cartas; es un retrato visceral del mundo de la alta gama del juego, la traición, la ambición desmedida y el precio que uno paga por perseguir el éxito a cualquier coste. Martin Scorsese, a pesar de no estar directamente involucrado en la dirección, imprime su sello distintivo en la película, creando una atmósfera tensa y claustrofóbica que atrapa al espectador desde el primer momento. La película se centra en Mike McDermott (Matt Damon), un joven abogado que, en su tiempo libre, ejerce como rounder, un jugador de cartas con una reputación casi legendaria de no perder. Su vida, aparentemente ordenada y con perspectivas brillantes, se ve sacudida cuando su antiguo amigo, Les "Gusano" Murphy, escapa de la cárcel y le confiesa que sigue debiendo a Teddy KGB, un peligroso y despiadado mafioso.

La película se centra en la urgencia de resolver la deuda de Gusano, un acto de lealtad que lleva a Mike a entrar en un mundo mucho más peligroso y corrupto de lo que jamás había imaginado. La construcción del personaje de Mike es magistral; se le presenta como un hombre inteligente, reservado y con una fuerte moral, pero la presión de la deuda lo empuja a tomar decisiones cada vez más arriesgadas. Matt Damon ofrece una actuación brillante, transmitiendo la vulnerabilidad y la determinación de Mike con una sutileza impresionante. John Goodman, como Teddy KGB, es simplemente inolvidable; es un villano frío, calculador y absolutamente amenazante, con una presencia física y un carisma inquietante que lo convierten en uno de los mejores antagonistas del cine. La química entre Damon y Goodman es explosiva, y las escenas que comparten son, sin duda, el corazón de la película.

La dirección de Alan Gawley y Timothy Harvey es precisa, logrando crear escenas de juego excepcionalmente tensas. Las partidas de póker son filmadas con una intensidad asombrosa, utilizando planos cerrados y movimientos de cámara rápidos para generar la sensación de que estamos inmersos en la mesa junto a los jugadores. El guion, coescrito por Damon y Paulson Stone, es inteligente y rápido, evitando clichés y centrándose en las consecuencias emocionales de las decisiones de los personajes. Aunque la trama principal se basa en el juego, la película explora temas más profundos como la amistad, la lealtad, el honor y la búsqueda de la identidad. El uso de la música, especialmente el saxofón, intensifica la atmósfera de suspense y peligro.

“Rounders” no es una película fácil de ver; es dura, realista y, a veces, brutal. Pero, precisamente por ello, es una obra maestra del thriller de cartas. Ofrece una mirada honesta y sin adornos al mundo del juego, mostrando la complejidad de las relaciones humanas y las decisiones difíciles que enfrentan los personajes. Es una película que se queda contigo mucho después de que terminan los créditos, invitándote a reflexionar sobre los límites del honor y la ambición. Más allá de la trama de póker, es una historia sobre la pérdida y la redención.

Nota: 8.5/10