Ruby, aventuras de una kraken adolescente (2023)

“Ruby, aventuras de una kraken adolescente” es una película que, en principio, parece un experimento audaz: fusionar la comedia adolescente con la mitología marina, y el resultado, si bien no es perfecto, resulta sorprendentemente gratificante. La dirección de David Byrne se caracteriza por un estilo visual vibrante y particular, que utiliza la paleta de colores y la banda sonora para sumergir al espectador en la inmensidad y el esplendor del reino acuático de los Kraken. Byrne, veterano de la comedia independiente, no rehúye de lo absurdo ni de la exageración, y su película se beneficia de esta libertad creativa, ofreciendo momentos visualmente impactantes y a menudo hilarantes.

El guion, escrito en gran medida por el propio Byrne, se basa en una premisa inherentemente divertida: una adolescente de instituto descubre que es descendiente directa de una de las criaturas más temidas y respetadas de la leyenda marina. Esta transición, que podría haber resultado torpe y forzada, se maneja con una sensibilidad notable. La película logra equilibrar la comedia con la profundidad emocional, explorando temas como el descubrimiento de uno mismo, la aceptación de la individualidad y la presión social. Ruby, interpretada con una naturalidad contagiosa por Saoirse Ronan, se enfrenta a dilemas comunes a su edad – el primer amor, las expectativas familiares, el deseo de encajar – pero su experiencia como descendiente de un kraken añade una capa de complejidad y humor a estas situaciones.

El reparto complementario, encabezado por el carismático Tim Roth como el anciano y sabio Kraken, ofrece interpretaciones sólidas. Roth, en particular, aporta un contrapunto al humor más ligero de la película, aportando un aire de autoridad y sabiduría ancestral. La película no se toma a sí misma demasiado en serio, y este enfoque contribuye a crear una atmósfera de diversión y aventura. Sin embargo, no todo es perfecto. El ritmo, a veces, se siente un poco irregular, con momentos de acción y humor que se suceden con demasiada rapidez. Algunas subtramas, como la rivalidad entre las diferentes facciones de los Kraken, no llegan a desarrollarse plenamente, lo que resulta en una sensación de oportunidad desperdiciada.

A pesar de estas pequeñas imperfecciones, “Ruby, aventuras de una kraken adolescente” es una película refrescante y original que se atreve a romper con las convenciones del género. Es una película visualmente atractiva, con una banda sonora evocadora y un reparto talentoso. Más allá de la superficie de la comedia adolescente, la película ofrece una reflexión sobre el autodescubrimiento y la aceptación de la propia identidad. Es un festín para los ojos y una fuente de risas, y una recomendación para aquellos que buscan una película diferente y llena de imaginación. Su mensaje, sutil pero presente, resuena más allá de los efectos especiales y la acción.

Nota: 7/10