
Rumores que matan (2000)
(EN) · Misterio, Suspense · 1h 31m
Son sólo palabras. ¿Cuán malo puede ser?

Dónde ver Rumores que matan
Actualmente no se encuentra disponible para ver en plataformas de streaming en España.
Sinopsis
Derrick, Cathy and Travis, tres jóvenes estudiantes de periodismo y compañeros de piso, deciden hacer un experimento como trabajo de clase: difundir un rumor falso para poder luego analizar sus efectos. Pero las consecuencias serán mucho más imprevisibles y graves de lo que podrían en un principio imaginar.
Ficha de la película
Gossip
EN
Robert F. Newmyer, Jeffrey Silver
Reparto principal de Rumores que matan
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Rumores que matan.
Tráiler Oficial

Nuestra crítica de Rumores que matan
Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.
Una noche en una alocada fiesta fuera del campus, Derrick se encuentra con el tema perfecto para el trabajo de clase sobre cotilleo cuando descubre a Naomi en los brazos de su novio Beau. A pesar de conocer la actitud reticente de la chica respecto al chico, el trío de compañeros decide difundir el rumor de que la pareja ha mantenido relaciones sexuales, algo que se va extendiendo incontroladamente por el campus. Sin embargo, cuando Beau es detenido y acusado de haber violado a Naomi, el juego da un giro inesperado y los tres se ven superados por su malévola creación, complicándose aún más las cosas al descubrirse el oscuro pasado de uno de ellos.
Críticas de la película
Opiniones reales de usuarios que han visto Rumores que matan. Consulta sus valoraciones y comentarios.
“Rumores que matan” (Rumours of a Deadly Secret, en su título original) es una película que, a primera vista, podría parecer un ejercicio académico de suspense psicológico. Sin embargo, tras verla, se revela como una pieza inquietante y, en última instancia, perturbadora que explora con éxito las devastadoras consecuencias de la desinformación y el poder de la percepción. La película no se centra en el thriller clásico de persecución, sino en la lenta e insidiosa erosión de la confianza, la realidad y las relaciones personales.
La dirección de David Lowery (conocido por su trabajo en “A Simple Plan”) es precisa y deliberadamente claustrofóbica. La película se desarrolla principalmente en un piso pequeño y oscuro, un espacio que se convierte rápidamente en una prisión emocional para los protagonistas. Lowery utiliza la iluminación y el encuadre para intensificar la tensión y el desasosiego. Las secuencias son largas, con tiempos muertos que logran amplificar el sentido de incomodidad y la sensación de que algo terrible está a punto de suceder. No se recurre a la violencia gráfica; en cambio, se juega con el horror existencial, creando una atmósfera de paranoia y desconfianza palpable.
El reparto es excelente. Sasha Lane, como Cathy, ofrece una actuación particularmente convincente, transmitiendo la vulnerabilidad y la creciente desesperación de su personaje. La joven Lane explota con naturalidad la ambigüedad moral de Cathy, quien se encuentra atrapada en un ciclo de mentiras y manipulaciones. También destaca el trabajo de Kyle Chandler como Travis, un padre con un pasado oscuro que intenta proteger a sus hijos, pero que termina siendo arrastrado por las consecuencias de sus acciones. El resto del elenco complementa a la perfección, contribuyendo a la atmósfera opresiva y a la credibilidad del relato.
Lo más fuerte de la película reside en su guion. La trama, basada en una historia real, es inteligente y no se adhiere a fórmulas preestablecidas. La construcción del suspense es magistral, erosionándose gradualmente a medida que se revela el origen del rumor y sus efectos secundarios. El guion no se limita a mostrar las consecuencias inmediatas, sino que explora las ramificaciones a largo plazo, mostrando cómo el rumor, inicialmente un juego académico, se convierte en una fuerza destructiva que altera radicalmente la vida de todos los involucrados. La película plantea preguntas inquietantes sobre la responsabilidad, la verdad y la facilidad con la que las personas pueden ser manipuladas. No ofrece respuestas fáciles y, en su lugar, invita a la reflexión sobre la naturaleza humana y el poder de las palabras.
En definitiva, “Rumores que matan” es una película que, más allá del elemento de suspense, ofrece una profunda y perturbadora reflexión sobre la fragilidad de la realidad y el daño que puede causar la mentira. Es un trabajo de dirección, actuación y guion muy bien logrado, que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales han terminado de rodar.
Nota: 8/10
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