Malas lenguas (2024)

“Malas Lenguas” (Seven Psychopaths) es, en primer lugar, una propuesta atrevida y sorprendentemente eficaz del director Martin McDonagh. La película, una comedia negra con elementos de thriller y drama, no se teme a la oscuridad ni a la irreverencia, y eso es, precisamente, lo que la distingue de la mayoría de las producciones del género. El hecho de que la narrativa se desarrolle dentro de un bosque, como un ejercicio de aislamiento y confrontación, funciona a la perfección para intensificar la tensión y permitir que las personalidades ya disfuncionales de los personajes resalten con una fuerza brutal. McDonagh no se conforma con la simple comedia; explora la violencia, la manipulación y la búsqueda de la redención con una sensibilidad inquietante.

El guion, coescrito por McDonagh, es una obra maestra de la ironía y el diálogo mordaz. Cada conversación está cargada de subtexto, y la caracterización de los personajes es tan precisa que parece que los conoces desde siempre. Los diálogos son agudos y afilados, a menudo absurdos pero siempre reveladores sobre la naturaleza humana. La trama, aunque aparentemente sencilla –el intento de un grupo de criminales de extorsión de redactar una declaración en un bosque– se enriquece con una serie de flashbacks que retroceden en el tiempo para revelar los orígenes y motivaciones de cada uno de los personajes. Estos fragmentos de memoria no solo añaden profundidad a la narrativa, sino que también sirven para construir una atmósfera de suspense y complicación que se mantiene hasta el final.

La dirección de McDonagh es impecable. A pesar de la locura de la premisa, logra mantener un ritmo constante y un equilibrio entre lo cómico y lo dramático. El uso de la cámara es dinámico y expresivo, y la banda sonora contribuye a crear una atmósfera opresiva y misteriosa. Sin embargo, la verdadera estrella de la película son las actuaciones. Billy Bob Thornton, en el papel del líder del grupo, Frank, ofrece una interpretación magistralmente retorcida. Su personaje es complejo, contradictorio y, a la vez, profundamente humano. Pero no solo Thornton destaca; todos los actores, incluyendo a Chris Messina, Samantha Morton y Tim Roth, dan interpretaciones sobresalientes, logrando que cada uno de sus personajes sea memorable.

La película no es para todos los públicos. Su crudeza y su humor negro pueden resultar ofensivos para algunos espectadores. No obstante, si se aprecia una comedia que se atreve a explorar temas difíciles con inteligencia y originalidad, “Malas Lenguas” es una experiencia cinematográfica que no se olvida fácilmente. Es una película que desafía las convenciones del género, y que, en última instancia, nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la violencia, la familia y las decisiones que tomamos en la vida. McDonagh ha creado una obra de arte perturbadora y, a la vez, sorprendentemente divertida.

Nota: 8/10