Runner Runner (2013)

“Runner Runner” es una película que, a pesar de sus momentos de brillo, se queda a medio camino entre la tensión de un thriller y la previsibilidad de un tropo de Hollywood. Justin Timberlake, en su papel de Richie Furst, demuestra una inesperada versatilidad, transformándose de un joven estudiante endeudado en apuros a un criminal astuto y, en última instancia, a un cómplice de un hombre de negocios despiadado. Timberlake aporta una presencia en pantalla convincente, logrando transmitir la desesperación, la ambición y la creciente complejidad moral de su personaje. Sin embargo, el guion, escrito por Brian Koppelman, Charlie Koppelman y Mike Slack, no le da todas las herramientas necesarias para que la interpretación de Timberlake alcance su máximo potencial.

Ben Affleck, en el papel de Ivan Block, se presenta como el villano clásico del dinero y el poder, un millonario con una ambición desmedida y una falta de escrúpulos. Affleck, que también participa en la dirección, logra evocar una atmósfera de tensión y amenaza constante. Su personaje es frío, calculador y absolutamente inescrupuloso. Aunque el papel podría haberle permitido explorar la complejidad de un hombre que justifica sus acciones con la lógica del mercado, la película opta por una representación algo unidimensional, lo que limita la profundidad del personaje. Su interpretación, aunque funcional, no destaca por su originalidad.

La dirección de Affleck, junto con la de Emily Carlin, es competente, logrando mantener un ritmo dinámico y utilizar con eficacia la atmósfera de claustrofobia, especialmente en las escenas que transcurren en la isla remota. El diseño de producción es fundamental para establecer el ambiente opresivo del entorno tropical, transmitiendo la sensación de aislamiento y peligro. La fotografía, con predominio de colores oscuros y contrastes, contribuye a generar un ambiente visualmente impactante y que refuerza la sensación de peligro inminente.

No obstante, la película carece de una verdadera originalidad. La premisa, aunque interesante, se desenvuelve de una manera bastante predecible. El giro argumental, aunque es cierto que sorprende, no está suficientemente justificado y cae en la trampa de introducir elementos que no tienen un propósito claro en la narrativa. La relación entre Richie y Block, que promete ser el motor de la trama, se desarrolla de forma a veces superficial, y la película no profundiza lo suficiente en las motivaciones de ninguno de los dos. El papel del agente del FBI, interpretado por Anthony Mackie, es meramente funcional, sirviendo para impulsar la trama pero sin aportar una verdadera dimensión al conflicto.

En definitiva, "Runner Runner" es una película de acción y suspense con momentos de entretenimiento, pero que no logra superar la mediocridad de su guion y su falta de originalidad. Es un thriller de ritmo rápido, visualmente atractivo, pero que termina siendo olvidable. Un esfuerzo sólido pero sin un gran impacto.

Nota:** 6/10