Running out of time 2 (Con los días contados 2) (2001)

“Running Out of Time 2” (Con los días contados 2) no es una revolución, ni siquiera una evolución significativa respecto a su predecesora. Sin embargo, la película, dirigida nuevamente por Roger Yan, se presenta como un disfrutable thriller de acción orientado a un público que aprecia el género y busca entretenimiento puro sin complicaciones. La película se centra en la tenaz y pragmática figura de Sang (Lau Ching Wan), ahora un negociador de la policía de Hong Kong, que se ve involucrado en un caso particularmente complejo: el robo de tres valiosos artefactos y la exigencia de un rescate considerable por su devolución. La trama, aunque predecible en sus momentos clave, sirve como excusa para desplegar secuencias de persecución y confrontaciones que, en su mayoría, cumplen con la promesa de la acción que la película apunta a ofrecer.

Lau Ching Wan, como siempre, ofrece una actuación sólida y convincente. Su Sang es un personaje profundamente arraigado en su moralidad, un hombre que se debate entre sus principios profesionales y la necesidad de proteger a la ciudad. Su caracterización es sutil pero efectiva, y su capacidad para transmitir frustración, determinación y un ligero toque de melancolía son los puntos fuertes de su interpretación. El resto del elenco, en su mayoría desconocido para el público internacional, realiza su trabajo de forma competente, aunque sin destacar realmente. La química entre los actores secundarios es un factor importante para el ritmo de la película, y en general, la dinámica entre ellos funciona a favor del entretenimiento.

Desde el punto de vista técnico, “Running Out of Time 2” destaca por sus secuencias de acción, coreografiadas con soltura y que se benefician de una buena edición y efectos visuales decentes. Las persecuciones en las calles de Hong Kong son visualmente atractivas, y el uso de drones y otros dispositivos tecnológicos para perseguir al criminal añaden un elemento moderno y tecnológicamente relevante a la narrativa. Sin embargo, la dirección de Roger Yan, aunque competente, no logra aportar mucha originalidad ni un estilo visual distintivo. Se siente como una película que sigue fórmulas establecidas del género de acción, sin apostar por nada particularmente innovador.

El guion, en el que se ha insistido menos que en la primera entrega, resulta ser el aspecto más débil de la película. Los diálogos son funcionales, pero carecen de profundidad y no logran profundizar en la motivación de los personajes o en las consecuencias de sus acciones. Los motivos del criminal, interpretado de manera correcta pero sin demasiada ambigüedad, son revelados de forma rápida y simplista, minando, en parte, la tensión dramática. Además, la película recurre a clichés del género, como la revelación tardía de un vínculo familiar entre el criminal y un personaje importante, lo que resta frescura a la trama. No obstante, la película se mantiene entretenida gracias a su ritmo rápido y a las emocionantes escenas de acción.

En definitiva, “Running Out of Time 2” es un thriller de acción sólido y entretenido, pero sin grandes pretensiones ni momentos memorables. Ofrece un disfrutable entretenimiento para los amantes del género, y el trabajo de Lau Ching Wan es lo suficientemente bueno como para recomendar la película a aquellos que busquen una opción para pasar el rato, aunque no esperen una obra maestra cinematográfica.

Nota: 6/10