Salvador (1986)

“Salvador” no es una película que se olvida fácilmente. Es una experiencia cinematográfica visceral que te envuelve en el caos y la desesperación de la guerra civil salvadoreña a finales de los años ochenta, y que, a pesar de su relativa oscuridad en la historia del cine, merece un lugar privilegiado en el debate sobre el periodismo de guerra y la representación de conflictos violentos.

La película, dirigida por Justin Chadwick, se centra en Richard Boyle, un reportero estadounidense, interpretado magistralmente por Peter O'Toole en su última aparición en pantalla. El actor logra una profunda y dolorosa humanidad en el personaje, mostrando no solo su deseo de informar, sino también su creciente angustia moral al presenciar la brutalidad del conflicto. La película no idealiza el periodismo; Boyle es un hombre imperfecto, un buscador de la verdad con sus propios sesgos y debilidades, pero su evolución a lo largo de la cinta es, sin duda, convincente. O'Toole aporta una fragilidad y una vulnerabilidad que se contraponen chocantemente a la imagen del reportero ideal, creando un personaje complejo y profundamente humano.

La dirección de Chadwick es excepcionalmente cuidadosa. A diferencia de muchas películas de guerra que se centran en la acción y los bombardeos, "Salvador" se enfoca en las consecuencias humanas del conflicto. La película no glorifica la guerra, sino que la muestra en toda su horrible realidad: la violencia indiscriminada, el miedo, la pérdida y la deshumanización. Los planos son lentos, deliberados, y nos permiten conectar emocionalmente con los personajes y comprender la atmósfera opresiva de El Salvador. La película utiliza la cámara de manera sutil pero efectiva para transmitir la sensación de amenaza constante y el terror que viven los civiles.

El guion, adaptado de un libro de el mismo nombre escrito por el periodista estadounidense Christopher Sanchez, es inteligente y evita los clichés. No hay villanos caricaturescos ni heroísmos exagerados. El conflicto es presentado como una compleja situación política y social, y la película se centra en el impacto que tiene en las vidas de las personas comunes. La inclusión de la perspectiva de los salvadoreños, a través de personajes como la viuda y madre, es crucial para entender la dimensión humana de la guerra. La película aborda temas como la impunidad, la corrupción y la dificultad de alcanzar la justicia en medio de un conflicto armado. El guion mantiene un tono realista y se distancia de la propaganda, ofreciendo una visión matizada y ambivalente de la realidad salvadoreña.

Aunque la película está ambientada en un contexto específico, sus temas resuenan más allá de la guerra civil salvadoreña. "Salvador" es una película sobre la responsabilidad del periodista, sobre la lucha por la justicia y la verdad, y sobre el impacto devastador de la violencia en la vida de las personas. No es una película fácil de ver, pero es una experiencia cinematográfica imprescindible para aquellos que se interesan por el periodismo de guerra, la historia de Centroamérica y las complejidades de la condición humana.

Nota: 8.5/10