Sangre de mayo (2008)

“Sangre de Mayo” es una película que, a pesar de su atractivo inicial y el magnetismo de sus protagonistas, no logra alcanzar la profundidad histórica y dramática que su premisa prometía. Dirigida por Fernando Trueba, la película nos transporta a Madrid y Aranjuez en 1808, en un momento crucial de la ocupación francesa y el levantamiento realista. La historia se centra en Gabriel, un joven impaciente y algo escéptico, y su novia Inés, cuya vida se ve sacudida por el suceso de Aranjuez. El motín, un detonante crucial para el conflicto, se presenta como un evento coreografiado y, en cierto modo, simplificado.

La dirección de Fernando Trueba es elegante y con un toque visualmente atractivo. Utiliza la luz y el color para crear una atmósfera rica y detallada de la época. Sin embargo, a veces la estética prevalece sobre la sustancia. La película se queda en la superficie de los acontecimientos, evitando profundizar en las complejas motivaciones políticas y sociales de la época. La acción en Aranjuez, aunque bien filmada, parece casi un espectáculo, mientras que la construcción de los personajes, con la excepción de Manuel Galiana, que brilla con una intensidad desgarradora, carece de la profundidad necesaria para conectar emocionalmente con el espectador.

Las actuaciones son sobresalientes. Quim Gutiérrez ofrece una interpretación naturalista y convincente de Gabriel, captando con éxito su incredulidad y su evolución a medida que presenciamos los horrores del motín. Paula Echevarría, como Inés, aporta una delicadeza y una vulnerabilidad que contrastan con la violencia que la rodea. Pero, sin duda, Manuel Galiana como el fraile don Celestino Santos del Malvar es el verdadero corazón de la película. Su interpretación es magistral, transmite una mezcla de fervor religioso, pasión política y desesperación, y es capaz de generar una empatía inmediata. El personaje, con sus profundas dudas y su compleja relación con la realidad, se convierte en el eje central alrededor del cual giran las demás historias.

El guion, escrito por Trueba y Luis García Berlanga, presenta algunos problemas. Si bien la trama es interesante, la construcción de los diálogos es, en ocasiones, poco natural y a veces recae en explicaciones demasiado directas. Se pierde oportunidades para explorar la ambigüedad moral y las contradicciones de la época. Además, la película parece enmarcada en una visión particular del conflicto, favoreciendo, aunque sutilmente, la causa realista frente a la francesa. El resultado es una narrativa bien intencionada, pero que no logra el impacto y la complejidad que merecía.

En definitiva, "Sangre de Mayo" es una película entretenida y visualmente cuidada, con interpretaciones destacadas, especialmente la de Manuel Galiana. Sin embargo, su falta de profundidad histórica y su guion a veces superficial impiden que sea una obra maestra. Es una buena película para pasar el rato, pero no deja una impresión duradera.

Nota: 7/10