Sanju (2018)

“Sanju” no es simplemente una biografía cinematográfica; es una inmersión profunda en el laberinto de la vida de Sanjay Dutt, un hombre cuya historia es, por decir lo menos, extraordinariamente compleja. Rajkumar Hirani ha logrado algo asombroso: transformar una vida marcada por la tragedia, el glamour, la adicción y la controversia en un relato que te atrapa desde el primer minuto y te deja preguntándote si realmente has estado viendo una película o presenciando la recreación de un drama real. La película se centra, de manera magistral, en la lucha interna de Dutt contra sus demonios personales y el implacable tirón de las circunstancias que lo llevaron a caminos tan oscuros.

La dirección de Hirani es impecable, manteniendo un equilibrio delicado entre momentos de comedia absurda y momentos de profunda vulnerabilidad. No rehúye las zonas más turbias de la vida de Dutt, mostrando la adicción a las drogas y al alcohol, las batallas legales y la especulación sobre su posible implicación en actividades terroristas, pero lo hace con un respeto que impide caer en sensacionalismo. La película se beneficia enormemente de la habilidad de Hirani para tejer una narrativa no lineal, saltando entre diferentes épocas de la vida de Dutt y creando una sensación de flujo continuo que intensifica el impacto emocional. La banda sonora, escogida con esmero, complementa a la perfección la atmósfera de la película, contribuyendo a la creación de un ambiente de nostalgia y melancolía.

Las actuaciones son, sencillamente, excepcionales. Ranbir Kapoor ofrece una interpretación sobresaliente, casi indistinguible de Dutt en muchos momentos. Captura la fragilidad, la desesperación, el humor, la ira y el encanto del actor, creando un retrato convincente y conmovedor. Anupam Kher, en un papel inesperado y notable, aporta una elegancia y un control emocional que contrastan brillantemente con la figura caótica de Dutt. El resto del reparto secundario también brilla con luz propia, con interpretaciones memorables de Paresh Rawal, Dia Mirza y Sonu Sood. Cada personaje está cuidadosamente construido y contribuye a la riqueza y la complejidad de la historia.

El guion, adaptado de varias fuentes, incluyendo entrevistas con el propio Dutt, es quizás el elemento más fuerte de la película. Evita la glorificación y se centra en el impacto emocional de las experiencias de Dutt, mostrando cómo la fama, las presiones familiares y las adicciones lo llevaron a un punto de crisis. Si bien la película toma ciertas licencias creativas para dar cohesión a la narrativa, la esencia de la historia de Dutt queda intacta. “Sanju” no es un simple relato de celebridad; es un examen profundo de la resiliencia humana y de la búsqueda de la redención en medio de la adversidad. Es un recordatorio de que incluso las vidas más extraordinarias pueden estar marcadas por la oscuridad, pero que siempre existe la posibilidad de encontrar la luz.

Nota: 8.5/10