Santa Claus 2 (2002)

“Santa Claus 2” no es una película que se anote en los anales de la comedia navideña, pero sí que ofrece un entretenimiento ligero y, en ciertos momentos, incluso inesperadamente emotivo. Retomando la historia de Scott Calvin (Tim Allen) y su familia, ocho años después de su aventura original, la secuela se enfrenta a la ambición de mantener la continuidad del personaje, una tarea que, en mi opinión, no logra pulir ni mejorar significativamente el original. La premisa, que ve a Scott obligado a casarse para evitar perder su estatus de Santa Claus, es algo forzada y carente de una profundidad que podría haber dado una dimensión más interesante a la narrativa.

Tim Allen repite su papel con la misma naturalidad y carisma que lo caracterizó en la primera película. Su interpretación es sólida, y su química con el resto del elenco, especialmente con Bettyann (Dakin Hickerson) y la hija de Scott, Leslie (Spencer Breslin), proporciona algunos momentos agradables. Sin embargo, la actuación de Allen, en este caso, se siente algo repetitiva. La esencia de Scott Calvin es un hombre torpe, pero bien intencionado, y Allen lo interpreta a la perfección, pero la película no le ofrece la oportunidad de explorar nuevas facetas del personaje. Bettyann, interpretada por Helen Mirren, es un añadido interesante, aportando un aire de sofisticación a la historia, aunque su desarrollo como personaje se siente algo superficial.

La dirección de Chris Columbus, que regresa a la franquicia tras el primer filme, se caracteriza por un estilo visualmente limpio y agradable. Las escenas de la noruega, donde Scott busca a su hijo perdido, son las más logradas y visualmente atractivas de la película, ofreciendo un contraste atractivo con el ambiente festivo y familiar de los Estados Unidos. Sin embargo, la película en su conjunto carece de un ritmo narrativo convincente. Hay momentos de comedia que no alcanzan el impacto esperado, y algunos diálogos se sienten forzados para generar humor. La película se basa en la familiaridad con el original, y aunque esto funciona a un nivel superficial, no añade valor narrativo a la historia.

El guion, en general, es un punto débil. Las situaciones que se plantean, aunque a menudo cómicas, parecen sacadas de una plantilla preestablecida. La construcción del antagonista, un enólogo español llamado Lucas (Ethan Embry), es particularmente decepcionante, ya que su motivación y su relación con Scott parecen más convenientes que convincentes. La película intenta explorar temas como el perdón y la importancia de la familia, pero lo hace de una manera bastante simplista. A pesar de ello, y a pesar de algunas escenas benévolas, "Santa Claus 2" se siente como una continuación más que como una evolución, y una que, en última instancia, no logra superar la sombra del original. Es un entretenimiento aceptable para las vacaciones, pero lejos de ser una joya navideña.

Nota: 6/10