Schweinskopf al dente (2016)

“Schweinskopf al dente” es, en esencia, una comedia policial con un corazón retorcido y una voluntad de sorprender que resulta, a menudo, tanto encantadora como exasperante. La película de Achim Ottinger no se toma precisamente la seriedad a la que podría aspirar su premisa – el robo de una ex novia por parte de un inspector bávaro desmotivado – y la abraza con una audacia que, aunque no siempre pulida, es refrescante y genera momentos genuinamente memorables. La película se aferra a un ritmo frenético que, a veces, puede resultar un poco agotador, pero que, en general, funciona a favor de la sensación de urgencia y caos que define la búsqueda.

La dirección de Ottinger se caracteriza por un estilo visual caótico y dinámico, que imita la vertiginosa lógica de la persecución. Las escenas de acción están filmadas con un dinamismo palpable, aprovechando al máximo el entorno urbano bávaro. Sin embargo, a veces, la sobreexposición visual y la insistencia en la cámara en movimiento restan fuerza a ciertos momentos clave, desviando la atención del espectador. La película no se preocupa por los detalles técnicos ni por la estética refinada, optando por un estilo más crudo y directo que refleja la naturaleza desordenada de la trama.

El núcleo de la comedia reside en las actuaciones de su reparto. Sebastian Bezzel, como el inspector Kasparek, logra transmitir una mezcla convincente de apatía, frustración y, ocasionalmente, lucidez. Su interpretación es, en definitiva, lo que hace que la película funcione. Sin embargo, Simon Schwarz, en el papel del psicópata, aporta una intensidad sorprendente, creando un antagonista memorablemente siniestro. Lisa Maria Potthoff brilla como la astuta y decidida ex novia, añadiendo una capa de complejidad a la narrativa. Gregor Bloéb, por su parte, contribuye al caos general con una interpretación caricaturesca, aunque a veces excesiva. La química entre los actores, sin embargo, es notable y fundamental para el éxito de la comedia.

El guion, escrito por Ottinger y Florian Schneider, es donde la película resbala un poco. Aunque la premisa es interesante y las situaciones planteadas ofrecen potencial para el humor negro, el desarrollo de la trama a menudo se basa en giros argumentales predecibles y en diálogos que, en ocasiones, resultan forzados. A pesar de esto, la película logra mantener al espectador enganchado gracias a su naturaleza improbable y a su capacidad para generar momentos inesperados. Es una comedia que apuesta por la originalidad y el absurdo, y, a pesar de sus fallos, logra mantener la atención gracias a su imprevisibilidad y a su estilo particular. En definitiva, “Schweinskopf al dente” es una comedia que no busca la perfección, sino que se dedica a divertir con una audacia que, a veces, supera sus limitaciones.

Nota: 7/10