“Searching” no es, en absoluto, el thriller convencional que uno podría esperar al conocer su premisa. La película de Dennie Villeneuve (sí, *ese* Dennie Villeneuve, el responsable de “Sicario” y “First Reformed”) sorprende por su originalidad y su efectiva utilización del espacio digital como escenario principal. La idea de centrar una investigación policial en el ordenador portátil de una adolescente desaparecida parece, al principio, un recurso un tanto artificioso, pero el director la transforma en una experiencia narrativa cautivadora, llena de tensión y con una reflexión sutil sobre las relaciones familiares y la desconexión en la era digital.
La dirección de Villeneuve es precisa y delicada. Evita los trucos visuales llamativos, centrándose en la atmósfera y la construcción de suspense. El uso de la pantalla grande como el único elemento visual real, donde David Kim (interpretado con una sensibilidad palpable por John Cho) se adentra en el mundo virtual de su hija Lena, es simplemente magistral. La iluminación y la composición de los planos son cuidadosamente estudiadas, creando una sensación de claustrofobia y paranoia que acompaña al espectador en cada una de las búsquedas de David. Se notan los detalles: la pantalla iluminada por la noche, los programas abiertos, las conversaciones fragmentadas, y todo ello contribuya a generar la atmósfera de desasosiego que impregna la película.
La actuación de John Cho es el corazón de la película. Su interpretación de David Kim es excepcionalmente conmovedora, transmitiendo con sutileza la desesperación, la frustración y el amor paternal. Cho logra que el espectador se identifique con su personaje, entendiendo sus motivaciones y sintiendo sus angustias. Sin embargo, el resto del elenco, especialmente los interpretados a través de grabaciones de voz y vídeo, si bien efectivos, no alcanzan la misma profundidad. El guion, escrito por Aron Cronenberg (hijo de David Cronenberg), se basa en el diálogo online, una herramienta poderosa para revelar la personalidad de los personajes y la dinámica de sus relaciones. El ritmo es pausado, lo que permite al espectador reflexionar sobre el significado de cada mensaje, cada comentario, cada interacción. No obstante, a veces esa lentitud puede ser un poco pesada, y algunos momentos podrían beneficiarse de un desarrollo más ágil.
“Searching” no es una película llena de acción o de giros inesperados. Su fuerza reside en su honestidad y en su capacidad para explorar los aspectos más vulnerables de la condición humana en la era digital. Es un recordatorio de que, a pesar de estar conectados de una manera nunca antes imaginada, los verdaderos vínculos se construyen a través de la empatía, la comunicación y la presencia física. El final, aunque no ofrece respuestas fáciles, es profundamente satisfactorio y deja al espectador con una sensación de melancolía y esperanza. La película invita a una conversación sobre la importancia de la conexión real en un mundo cada vez más virtual.
Nota: 8/10