“Secretos de Familia” no es, sencillamente, una película que se olvida fácilmente. Es un torbellino de humor negro, situaciones absurdas y una reflexión, aunque bien envuelta en un barniz de locura, sobre la compleja dinámica familiar. La película, dirigida por Taika Waititi – un nombre que ya está grabado en la memoria de los amantes del cine de calidad – apuesta por un tono irreverente y poco convencional, alejándose por completo de las comedias familiares tradicionales. Y eso, afortunadamente, es precisamente lo que la convierte en una experiencia tan singular como memorable.
La historia, que se centra en la familia Bass (un clan de detectives privados amateur) y su búsqueda de la fortuna tras el hallazgo de una fortuna perdida, se desarrolla en el peculiar y desolador paisaje rural de Nueva Zelanda. Waititi, con su inconfundible estilo visual, transforma el entorno en un personaje más, un reflejo de la desesperación, la ambición y el absurdo de la situación. La dirección es magistral, empleando una paleta de colores vibrantes que contrastan de forma efectiva con la decadencia del pueblo. Los planos son audaces, las composiciones originales y la banda sonora, a cargo de Justin Hurwitz, es una joya: una mezcla de jazz, rock y melodías conmovedoras que acentúan cada momento de comedia o drama.
Pero la verdadera fuerza de la película reside en sus personajes. Rhys Ifans entrega una actuación deslumbrante como Frank Bass, el patriarca inestable y obsesionado con el dinero. Su interpretación es un torbellino de excentricidad, paranoia y momentos de brillante humor. Rachel House, como su esposa, es igualmente memorable, aportando una elegancia y una dulzura que equilibran la locura del marido. Y el elenco secundario, compuesto por Brett Dalton, Olivia Newton-John (una inesperada joya), Sam Neill y Rose Byrne, suman una riqueza de matices y personajes secundarios perfectamente definidos. Cada actor aporta una dimensión diferente a la historia, y las interacciones entre ellos son explosivas y llenas de tensión. La química entre los actores es palpable, lo que contribuye enormemente al dinamismo de la trama.
El guion, a cargo de Taika Waititi y Jemaine Clement, es inteligente y sorprendentemente profundo. Aunque la premisa sea, en principio, un cliché del género, la película lo subvierta constantemente con giros inesperados, diálogos ingeniosos y una visión poco convencional del amor familiar. La película no rehuye la violencia, y aunque se presenta de forma exagerada y cómica, subraya el daño que pueden causar las obsesiones y la falta de comunicación. La película te obliga a reír, a reflexionar y, a veces, incluso a sentirte incómodo. Es una película que te desafía a disfrutar de su locura y a aceptar sus reglas. “Secretos de Familia” es una comedia única, que va más allá de la simple diversión y que deja una huella imborrable en la memoria del espectador. No es para todos los públicos, pero para aquellos que aprecien el cine que se atreve a romper las reglas, es una joya imperdible.
Nota: 8/10