Semi-Profesional: Un equipo de pelotas (2008)

“Semi-Profesional: Un equipo de pelotas” (Semi-Pro) es una comedia que, a primera vista, podría parecer un simple pastiche de clichés deportivos y situaciones embarazosas. Sin embargo, tras un primer vistazo, se revela como una película sorprendentemente honesta, que, lejos de buscar la grandilocuencia, se atreve a explorar la ambición, la mediocridad y la genuina, aunque a veces excéntrica, pasión por el baloncesto. La película, dirigida por Dennis Dugan, consigue una rara combinación de humor absurdo y momentos de cierta profundidad emocional, algo que la distingue de otras comedias deportivas del género.

Will Ferrell ofrece una interpretación magistral de Jackie Moon, el propietario del Flint Tropics. El personaje, un hombre de negocios auto-proclamado genio, con una visión delirante y una seguridad inquebrantable en su juicio (a menudo erróneo), es el corazón palpitante de la película. Ferrell, con su característica energía desbordante y su capacidad para exagerar hasta el punto del ridículo, consigue que Jackie sea tanto entrañable como exasperante. No es un héroe, ni un villano; es simplemente un tipo empeñado en su sueño, incluso cuando todos los demás lo consideran un disparate. La película no intenta glorificar su incompetencia, sino que la usa como base para el humor, revelando la futilidad de perseguir ambiciones sin fundamento. La química entre Ferrell y John C. Reilly, quien interpreta a Earl McIntyre, el leal y algo patético entrenador del equipo, es especialmente brillante y contribuye enormemente a la comedia. Reilly aporta un contrapunto perfecto a la egolatría de Jackie, y su interacción, llena de sarcasmo y frustración, es uno de los puntos fuertes de la película.

El guion, escrito por Ferrell, Reilly y Jared Hess, es una mezcla inteligente de situaciones cómicas derivadas de la incompetencia del equipo y la obstinada determinación de Jackie. La película no rehúye de la crítica social, aunque lo hace con un toque ligero. Se echa un vistazo divertido a las luchas de una pequeña ciudad y las dificultades económicas que enfrentan, pero sin caer en sermones. La inclusión de elementos absurdos, como el programa de televisión “El secreto de Jackie Moon”, añade una capa extra de humor y contribuye a la atmósfera surrealista de la película. A pesar de las situaciones exageradas, la película mantiene un equilibrio que permite que el público se conecte con los personajes y sus motivaciones.

La dirección de Dennis Dugan es competente, aunque no particularmente innovadora. El ritmo es constante, con momentos de comedia densa intercalados con escenas más pausadas que permiten desarrollar los personajes. La fotografía es funcional, con colores vibrantes que evocan el ambiente de una ciudad de secundaria en los años 90. La banda sonora, con canciones de los 90, cumple su función de ambientación. Sin embargo, la película no busca la originalidad visual, y su enfoque principal está en el desarrollo de la comedia.

En definitiva, "Semi-Profesional: Un equipo de pelotas" es una comedia agridulce que celebra la perseverancia, la amistad y la búsqueda de los sueños, incluso cuando son totalmente ilógicos. Es una película que no pretende cambiar el mundo, pero sí consigue entretener y, en ocasiones, hacer reflexionar sobre la importancia de la pasión, por loca que sea.

Nota: 7/10