Separados (2006)

“Separados” (Separation) es, en esencia, un estudio de personajes sobre el dolor y la rigidez de la desvinculación amorosa. La película de Ben Falcone y mejor dicho, dirigida por él mismo, no ofrece una historia grandilocuente ni un drama romántico explosivo, sino que se centra en la lenta y frustrante erosión del vínculo entre Gary y Brooke, interpretados magistralmente por Vince Vaughn y Jennifer Aniston. La trama, aparentemente simple - una ruptura que se convierte en un tira y afloja por la posesión del apartamento compartido - sirve como catalizador para explorar la dificultad inherente a afrontar el fin de una relación, especialmente cuando se sumen la complejidad de las familias y la incapacidad de dejar ir.

Vaughn y Aniston, que también co-escribieron el guion, dan versiones convincentes de dos personas que, aunque intentan ser adultas y razonables, se ven atrapadas en un ciclo de autodefensa y resentimiento. Vaughn, en particular, se destaca por su retrato de Gary, un hombre que se aferra a la fantasía de lo que pudo haber sido y que se niega a aceptar la realidad de su fracaso. Aniston, por su parte, aporta una fragilidad emocional y un toque de sarcasmo que contrastan perfectamente con la dureza de la situación. No obstante, la película, a veces, cae en clichés de personajes secundarios, con individuos que ofrecen consejos simplistas y poco útiles, como si fueran sacados de un manual de relaciones. Sin embargo, esto no resta valor al núcleo dramático de la historia.

La dirección de Falcone es precisa y minimalista. Se evita la sentimentalidad gratuita y se permite que la tensión se acumule gradualmente, a través de pequeños detalles, miradas y diálogos cargados de significado. La fotografía, con colores apagados y una iluminación natural, refuerza la atmósfera de opresión y aislamiento que impregna la narrativa. La película no busca espectacularizar el conflicto; lo que ofrece es una mirada honesta y sin adornos a las consecuencias emocionales de la ruptura. El uso del sonido, por ejemplo, es sutil pero efectivo, acentuando los momentos de confrontación y subrayando la sensación de claustrofobia. La ambientación, un apartamento moderno y funcional, sirve como telón de fondo para la lucha interna de los personajes y para la dinámica familiar que se complica aún más.

En definitiva, “Separados” no es una película que dejará huella con su trama. Su fortaleza reside en su retrato psicológico de las personas que luchan por superar el dolor de la pérdida y la dificultad de construir una nueva vida después de la ruptura. Es una obra que invita a la reflexión sobre la importancia de la comunicación, la vulnerabilidad y la aceptación, y que confirma la capacidad de Vaughn y Aniston para dar vida a personajes complejos y emocionalmente resonantes. A pesar de algunas debilidades en el desarrollo de ciertos personajes, la película logra mantener el interés del espectador a lo largo de su duración, gracias a su ritmo pausado y a su enfoque en el drama interpersonal.

Nota: 7/10