¡Shazam! (2019)

“¡Shazam!” no es solo otra película de superhéroes. Es una reinvención refrescante del género, un homenaje al espíritu infantil y a la simple alegría de la adolescencia, disfrazado de explosiones, vuelos y secuencias de acción. La película, dirigida por David F. Sandberg, logra equilibrar magistralmente la seriedad de un conflicto heroico con la ligereza y el humor característicos de un chico de 14 años que de repente se ha convertido en un superhéroe adulto.

La dirección de Sandberg es notablemente segura y estilizada. Aprovecha al máximo la estética colorida y ligeramente surrealista, reminiscentes de la animación islándica, para crear un universo visualmente atractivo y distintivo. La película se beneficia de un uso inteligente de la cámara y el montaje, optando por un estilo visual que es a la vez frenético y contemplativo, logrando mantener el ritmo y la atención del espectador. Especialmente notable es el manejo del suspense, con secuencias de acción que se construyen lentamente, creando momentos de genuina tensión que se compensan con explosiones impresionantes.

La película se centra en Billy Batson, interpretado con una vulnerabilidad y un encanto innegables por Asher Angel. Angel logra transmitir la confusión, el miedo y la inexperiencia de un niño que, de repente, se encuentra con una responsabilidad inmensa. La química entre Angel y Zachary Levi, quien interpreta a adulto a Shazam, es el corazón de la película. Levi aporta una energía contagiosa y un carisma irresistible a este personaje, capturando a la perfección la inocencia y la torpeza de un niño que aún lucha con la lógica del mundo adulto. La relación entre ambos, con el joven Billy guiando al superhéroe, es tanto cómica como conmovedora, y constituye uno de los pilares fundamentales del éxito de la película.

Si bien el guion no es la obra maestra de la narrativa superheroica, sí logra desarrollar personajes secundarios interesantes, como Lucy (Grace Liu), la amiga leal de Billy, y Rafael Mendoza (Dimitri Philipov), el joven detective que se convierte en el socio de Shazam. El Dr. Thaddeus Sivana, interpretado por Djimon Hounsou, ofrece un villano memorable, aunque el arco argumental que sigue no alcanza la complejidad que se podría haber esperado. Sin embargo, el enfoque principal de la película, la exploración de la identidad y la responsabilidad, compensa con creces cualquier posible debilidad en el desarrollo de la trama secundaria. La película se atreve a explorar temas como el crecimiento personal, la aceptación y el valor de la amistad, ofreciendo una visión esperanzadora de la heroísmo.

En definitiva, "¡Shazam!” es una película divertida, entretenida y, sorprendentemente, emotiva. Es un superhéroe que, a pesar de su poder, conserva la inocencia y el espíritu de un niño. Una película que te dejará con una sonrisa en la cara y un deseo de redescubrir la magia que llevas dentro.

Nota: 7.5/10