¡Shazam! La furia de los dioses (2023)

“¡Shazam! La furia de los dioses” es una refrescante y sorprendentemente divertida incorporación a la saturada corriente de superhéroes del cine. Más allá de la premisa, que ya es bastante sencilla, la película logra construir una historia con un corazón genuino, explorando temas de familia, aceptación y el peso de la responsabilidad. No se trata de una película que redefine el género, pero sí que ofrece un entretenimiento sólido y una experiencia visualmente atractiva, especialmente para un público familiar.

La dirección de David F. Sandberg ha demostrado una habilidad notable para equilibrar el humor, la acción y el drama. Sandberg, conocido por su trabajo en terror de bajo presupuesto como “Bertha”, aporta una sensibilidad particular al material, utilizando efectos prácticos con maestría y evitando la sobrecarga digital que a veces perjudica a las películas de superhéroes. Las secuencias de acción son dinámicas y creativas, con un enfoque en la coreografía del movimiento y el ingenio, más que en explosiones desmesuradas. La película se beneficia de una edición ágil y un ritmo que mantiene al espectador enganchado, alternando momentos de comedia absurda con escenas de peligro real.

Las actuaciones son uno de los puntos fuertes de la película. Asher Angel, como Billy Batson, es excepcionalmente convincente. Logra transmitir tanto la inocencia y la torpeza de un adolescente con poderes recién descubiertos, como la determinación y el coraje que surge cuando se enfrenta a situaciones extremas. La dinámica entre Billy y sus hermanos adoptivos, interpretados por figuras como Jackson Zachary, Grace Van Patten y Froy Voltz, es genuina y divertida. Se sienten como una familia real, lo que añade peso emocional a las escenas donde se ven obligados a trabajar juntos. Leslie Grace como Darla Cobblepot, la antagonista, aporta una amenaza creíble y un toque de oscuridad que equilibra la comicidad de la película. La película no se limita a presentar a un superhéroe; nos presenta un joven que aprende a dominar sus poderes y a comprender su propósito.

El guion, aunque presenta algunos clichés del género, evita caer en la pedantería y la sobreexposición. Se centra en el desarrollo de los personajes y en la construcción de la relación entre Billy y sus hermanos. La trama, que gira en torno a las Hijas de Atlas y la amenaza existencial que representan, es interesante y mantiene al espectador interesado. Sin embargo, la resolución del conflicto, aunque satisfactoria, podría haberse desarrollado con mayor profundidad. La película no se queda en la superficie, pero tampoco explora las implicaciones morales o filosóficas de los poderes de Shazam, lo que puede resultar un punto débil para algunos espectadores. Se siente como una aventura divertida y bien ejecutada, sin grandes pretensiones filosóficas.

En definitiva, “¡Shazam! La furia de los dioses” es una película entretenida y bien hecha que ofrece un alivio refrescante en el saturado mercado de superhéroes. Es un espectáculo visualmente atractivo con personajes entrañables y un ritmo ágil. Si buscas una película familiar para disfrutar en el cine, esta es una buena opción. Nota: 7/10