Shoot 'Em Up (En el punto de mira) (2007)

“Shoot ‘Em Up” (En el punto de mira), la película de Robert Vehlin, es una explosión visual y de acción desenfrenada que, a pesar de sus evidentes influencias y un guion a veces forzado, resulta ser una experiencia cinematográfica sorprendentemente entretenida. El film no pretende ser una obra maestra de la narrativa; se establece desde el principio como un pastiche de clichés del oeste, pero lo hace con un entusiasmo contagioso y una ejecución que, en última instancia, lo convierte en un divertimento sin pretensiones.

Clive Owen, como siempre, ofrece una actuación contundente. Su personaje, el misterioso y taciturno Mr. Smith, se convierte en un arquetipo del pistolero solitario, pero Owen le inyecta una peculiaridad y un humor sutil que lo hacen memorable. Su presencia física, combinada con su interpretación, crea un personaje complejo, a pesar de que la historia no le deje mucho espacio para la profundización psicológica. La película se apoya enormemente en su carisma individual, y Owen lo aprovecha al máximo, entregando escenas de acción memorables con una naturalidad que a menudo se echa de menos en este tipo de películas.

Monica Bellucci aporta una elegancia y un atractivo sensual que contrastan con la violencia del entorno. Su papel, aunque relativamente breve, es crucial para el desarrollo de la trama y añade una dimensión de sofisticación a la narrativa. La química entre Owen y Bellucci es palpable, y sus interacciones, aunque a menudo centradas en la necesidad de proteger al bebé, son visualmente atractivas y contribuyen al ritmo frenético de la película.

La dirección de Robert Vehlin es sin duda lo que más destaca. El film es una orgía de disparos, persecuciones y explosiones, con secuencias de acción coreografiadas con una precisión sorprendente. El uso de la cámara es dinámico y audaz, buscando constantemente ángulos y perspectivas impactantes. Sin embargo, el ritmo, aunque al principio es incesante y estimulante, se vuelve algo repetitivo en los últimos actos. El guion, escrito por Vehlin y otros, carece de la profundidad y la complejidad necesarias para sostener la intensidad de las escenas de acción. Las tramas secundarias, que involucran a personajes como Paul Giamatti, parecen añadidas para dar más colorido a la historia, pero no aportan una verdadera contribución al desarrollo de la trama principal.

A pesar de sus defectos, “Shoot ‘Em Up” es una película que invita a disfrutarla como una carta de amor al género del western moderno. Es un espectáculo visual y un ejercicio de adrenalina que, si bien no se destaca por su inteligencia, sí por su diversión y su capacidad para entretener al espectador. Es una película de acción pura, con un enfoque en la acción sobre la sustancia, y eso, para muchos, será precisamente lo que buscan.

Nota: 6.5/10