Shooter: El tirador (2007)

“Shooter: El tirador” es un espectáculo de acción de Hollywood que, a pesar de sus evidentes influencias y cierta familiaridad con el género, logra ser entretenido gracias a la solidez de su protagonista y a su apuesta por un ritmo implacable. Mark Wahlberg, en el papel de Bob Lee Swagger, cumple con creces con las expectativas que se pueden tener de un hombre curtido en la guerra y la supervivencia, y su presencia es sin duda el motor que impulsa la narrativa. Wahlberg aporta una presencia física y una intensidad dramática que son necesarias para el personaje, y aunque no se trata de una actuación particularmente compleja, es convincente en su interpretación de un hombre roto, marcado por el pasado y ahora amenazado por un futuro incierto.

El guion, sin embargo, es donde la película se desmarca de la perfección. La trama, si bien original en su premisa – un ex-tirador militar obligado a limpiar su nombre y a proteger a una funcionaria política –, se sumerge rápidamente en un laberinto de conspiraciones, traiciones y persecuciones, lo que resulta a veces en una saturación de información y un ritmo desordenado. Hay momentos en los que la película se pierde en detalles innecesarios y en subplots que no aportan mucho valor a la historia principal. La resolución final, si bien satisfactoria para el espectador en general, podría haber sido más elaborada y, francamente, más emocionante. Se siente que el guion, en su búsqueda por justificar la violencia y la acción, sacrifica a veces la profundidad narrativa. La película se centra en la “cómo” de la venganza, más que en el “por qué”.

En cuanto a la dirección de Chuck Tatum, esta logra mantener el pulso de la acción con cortes rápidos, planos dinámicos y una utilización eficaz de la música para generar tensión. Las escenas de disparos, coreografiadas con cuidado y precisión, son espectaculares y satisfactorias para el ojo del espectador. Se aprecia una cierta atención al detalle en las armas y en la ambientación militar, lo que contribuye a la verosimilitud de la historia (aunque, por supuesto, dentro de los límites del género). El uso de la naturaleza, especialmente las montañas, juega un papel importante, tanto estéticamente que refuerza la idea de un hombre solitario y un entorno hostil, como narrativamente para situar al protagonista y sus acciones. La banda sonora, compuesta por Alan Silvestri, es un elemento crucial para la experiencia cinematográfica, amplificando las emociones y el dramatismo de las escenas.

No obstante, la película no es exenta de fallos. El desarrollo de algunos personajes secundarios es superficial, y las motivaciones de algunos antagonistas no están del todo claras. Algunos diálogos son un tanto artificiosos, y el tono general de la película es a menudo demasiado serio, lo que impide que el espectador se relaje y disfrute plenamente de la acción. Sin embargo, “Shooter” ofrece un espectáculo visualmente atractivo, con una buena dosis de acción y un protagonista carismático, lo que lo convierte en una opción decente para aquellos que buscan una película de acción fácil de ver y que no requieren una profundidad narrativa profunda. Es un espectáculo de acción, y en ese sentido cumple su cometido.

Nota: 6.5/10