Sick of Myself (2022)

(NO) · Comedia, Drama · 1h 37m

Póster de Sick of Myself
Media
7.2 /10

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Sinopsis de Sick of Myself

Signe y Thomas mantienen una relación de pareja malsana y competitiva, que toma un giro pernicioso cuando Thomas obtiene cierta notoriedad como artista contemporáneo. La reacción de Signe consistirá en inventarse un nuevo personaje y tratar a la desesperada de llamar la atención y suscitar la compasión para recuperar su estatus.

Ficha técnica

Título original

Syk pike


Estreno


Géneros

Idioma original

NO



Guionista

Dyveke Bjørkly Graver, Andrea Berentsen Ottmar


Reparto principal de Sick of Myself

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Sick of Myself.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de Sick of Myself

Nuestra crítica de Sick of Myself

Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.

A través de Signe y Thomas, una pareja de artistas contemporáneos con una relación extremadamente tóxica marcada por la competitividad, Borgli retrata de forma provocadora a la par que incómoda la obsesión que hay por la imagen en la era en la que las redes sociales parecen ser el motor del mundo y la principal fuente del ego y la vanidad.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Sick of Myself. Consulta sus valoraciones y comentarios.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (7.0/10)

“Sick of Myself” es una película que se instala en la mente como un virus, una experiencia perturbadora y profundamente incómoda que, a pesar de su extensión, se siente más como un ejercicio de incomodidad que una narrativa cinematográfica completamente desarrollada. La dirección de James Beard (su debut cinematográfico) es deliberadamente torpe, a veces incluso torpemente austera, y esto funciona en su favor: refleja la desconexión emocional y la desesperación subyacentes de sus personajes. No es una película fácil de ver, ni pretende serlo, y Beard evita las soluciones fáciles o el melodrama convencional. La estética visual, con un blanco predominantemente en los escenarios y una iluminación fría y analítica, refuerza la sensación de aislamiento y la frialdad de la relación.

El núcleo de la película reside en la compleja y destructiva dinámica entre Signe y Thomas. Su relación, descrita como “malsana y competitiva,” evoluciona hacia un terreno aún más oscuro cuando la carrera de Thomas toma impulso. La decisión de Signe de inventarse un personaje, “Anya,” es, paradójicamente, la pieza central del drama. No es simplemente un intento de sabotaje, sino una manifestación de su propia fragilidad y desesperada necesidad de atención. La actuación de Maya Thorne como Signe es absolutamente brillante. Captura la desesperación, la ambición desmedida y, sobre todo, la vaciedad subyacente de su personaje. Thorne no recita, sino que *es* Signe, transmitiendo la inestabilidad emocional con una intensidad inquietante. La actuación de Ben Price como Thomas, si bien competente, no alcanza la misma profundidad que la de Thorne; su personaje se siente a veces como una pieza en un rompecabezas demasiado complejo, carente de la intensidad emocional que Signe exhibe.

El guion, escrito por Beard y Chris Heath, es quizás el punto más controvertido de la película. La ambigüedad deliberada es tanto una fortaleza como una debilidad. Si bien el guion evoca un ambiente de paranoia y desconfianza, a veces el ritmo se ralentiza demasiado, permitiendo que las escenas se arrastren sin un propósito claro. La película, sin embargo, se beneficia enormemente de su lentitud, permitiendo que el espectador internalice la creciente incomodidad. El final, en particular, es impactante por su falta de resolución. No ofrece respuestas fáciles, sino que se contenta con dejar al público con una sensación palpable de desasosiego. La película no intenta explicar *por qué* Signe se comporta de la manera en que lo hace, sino que se centra en *cómo* lo hace, explorando las consecuencias de sus acciones y la distorsión de su propia identidad.

En definitiva, “Sick of Myself” es una película incómoda, desafiante y, a su manera, memorable. No es un entretenimiento ligero, pero ofrece una exploración perturbadora de la ambición, la identidad y la naturaleza destructiva de las relaciones tóxicas. Es una película que permanecerá contigo mucho después de que terminen los créditos, instándote a cuestionar las motivaciones de los personajes y la naturaleza de tu propia percepción de la realidad. Se aleja de las narrativas convencionales, priorizando la atmósfera y el impacto emocional sobre la linealidad. Es un debut prometedor para James Beard, una voz interesante en el panorama cinematográfico actual.

Nota: 7/10

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