Siempre fiel (2022)

“Siempre fiel” es un thriller psicológico que se desliza en la atmósfera claustrofóbica de una relación matrimonial aparentemente inquebrantable, revelando, con una sutileza inquietante, la fragilidad subyacente de la confianza y la obsesión. La película, dirigida con maestría por Andrea Segre, no se centra en la acción convencional, sino en la construcción de la tensión narrativa a través del lenguaje corporal, las miradas y los silencios. El resultado es una experiencia cinematográfica que se instala en la mente del espectador, dejando una sensación persistente de incomodidad y desasosiego.

La historia, centrada en Bodil y Isabel, dos esposas que encuentran refugio en escapadas a la costa belga para evadir la rutina, se presenta inicialmente como un drama de pareja con un toque de aventura. Sin embargo, la desaparición repentina de Isabel desata un intrincado entramado de sospechas y dudas. La película, lejos de ofrecer explicaciones fáciles, se adentra en la mente de Bodil, explorando sus motivaciones, sus miedos y sus obsesiones. El guion, escrito por Segre y Lucile Heyerick, es notable por su ritmo pausado, permitiendo que la tensión se acumule gradualmente. No hay revelaciones precipitadas, sino una lenta y metódica disección de la psicología de los personajes.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. El trabajo de Barbara Werhling como Bodil es absolutamente magistral. Captura a la perfección la complejidad de un personaje que oscila entre la aparente normalidad y una profunda angustia. Su mirada, a menudo marcada por la indecisión y el miedo, comunica más de lo que las palabras podrían expresar. La interpretación de Sandrine Bauguess como Isabel, aunque limitada por su ausencia, transmite una vulnerabilidad y una inquietud que invitan a la empatía. El resto del elenco secundario cumple su función con eficiencia, contribuyendo a crear una atmósfera de duda y secreto.

La dirección de Andrea Segre es impecable. La película juega con la luz y la sombra para crear una sensación de opresión y melancolía. Los planos largos y las tomas cerradas intensifican la sensación de encierro y vigilancia. La fotografía, firmada por Pascal Vijolet, es hermosa pero inquietante, resaltando la belleza agreste del paisaje belga y, a la vez, subrayando la desolación interior de los personajes. La banda sonora, minimalista y evocadora, complementa a la perfección la atmósfera de suspense.

“Siempre fiel” no es una película fácil de ver. Requiere atención y una disposición a perderse en la ambigüedad de la trama. Sin embargo, es una obra cinematográfica que invita a la reflexión sobre temas como la infidelidad, la mentira, la responsabilidad y la naturaleza del amor. Es una película que se queda en la mente mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar, dejando una impresión duradera y perturbadora. El suspense bien construido y las interpretaciones convincentes la convierten en una joya del thriller psicológico moderno.

Nota: 8/10