Siete vidas, este gato es un peligro (2016)

“Siete vidas, este gato es un peligro” es una comedia absurda y, a veces, sorprendente que logra ser mucho más que un simple trote. Dirigida por Colin Trenerry, la película se aferra a una premisa tan descabellada – un hombre que intercambia su cuerpo con el de un gato – y la convierte en un vehículo para explorar temas de desconexión familiar, ambición desmedida y la búsqueda de significado en la vida. El resultado es una experiencia cinematográfica que, si bien no es perfecta, ofrece momentos genuinamente divertidos y, sorprendentemente, conmovedores.

La dirección de Trenerry es sólida y consciente del tono. La película nunca se toma su propia premisa en serio, abrazando el surrealismo y la incomodidad con una naturalidad que le da un aire de autenticidad. La banda sonora, con una mezcla ecléctica de jazz y música clásica, complementa a la perfección las escenas más extravagantes, creando una atmósfera única y memorable. La película no se limita a ser una comedia de situaciones; utiliza el cambio de perspectiva para profundizar en la psicología de Tom Brand, mostrando su egoísmo, su frustración y su creciente aprecio por la vida familiar.

El actor que interpreta a Tom, Bill Hader, entrega una actuación magistral. Hader maneja con maestría el contraste entre su personalidad humana y la perspectiva felina. La transformación de su físico y su comportamiento es convincente, y su capacidad para transmitir emociones con el cuerpo de un gato es asombrosa. Sin embargo, la verdadera estrella de la película es Christopher Walken, quien ofrece un papel arquetípico pero memorable como Felix Perkins, el misterioso y excéntrico vendedor de mascotas. Walken aporta un toque de locura y sabiduría al papel, actuando con la elegancia y el humor que lo caracterizan. Su química con Hader es innegable y fundamental para el éxito del filme.

El guion, escrito principalmente por Hader y Zach Galifianakis, explora con ingenio y, en ocasiones, con agudeza, las consecuencias de la búsqueda del éxito a cualquier precio. La película no solo se centra en la experiencia de Tom como gato, sino que también retrata la desintegración de su matrimonio y la falta de conexión con su hija. La trama se complica con elementos de misterio, revelando gradualmente las razones detrás de su situación, un tanto inverosímiles, pero que sirven para subrayar la importancia de las relaciones humanas. No es una obra maestra, y algunas secuencias pueden resultar exageradas, pero la película se beneficia de un ritmo ágil y de una estructura narrativa que mantiene al espectador enganchado.

En definitiva, "Siete vidas, este gato es un peligro" es una comedia con un corazón, que invita a la reflexión sobre los valores que nos importan. No es una película que todos disfrutarán, pero para aquellos dispuestos a sumergirse en su particular universo, ofrece un entretenimiento inteligente y original. Es una experiencia cinematográfica que te dejará con una sonrisa y, quizás, una nueva perspectiva sobre la importancia de estar presente en la vida de tus seres queridos.

Nota: 7/10