Silent Hill: Revelation (2012)

“Silent Hill: Revelation” no es simplemente una secuela; es un intento audaz y, en última instancia, decepcionante de trasladar el alma inquietante de la saga de videojuegos a la pantalla grande. La película, dirigida por Roger Avary, quien también se encargó de la original, se distancia significativamente de la atmósfera visceral y psicológica que definió la entrega de 2006, optando por una dirección más orientada a la acción y el horror visceral, lo cual resulta tanto positivo como negativo dependiendo de la perspectiva del espectador.

Avary, con su estilo distintivo, consigue momentos visualmente impactantes. Las recreaciones de Silent Hill son, en gran medida, sorprendentemente fiables a la estética de los juegos, manteniendo ese aire de desesperación y decadencia industrial. Sin embargo, esta obsesión por la fidelidad visual a veces sacrifica la narrativa y el desarrollo de personajes. El ritmo frenético, la abundancia de jump scares y las numerosas escenas de acción, a pesar de ser técnicamente bien ejecutadas, despiden la introspección que hacía tan especial la primera película. Se siente como si la película estuviera constantemente tratando de impresionarte con su acción más que de construir un relato coherente.

La actuación de Jamie Lee Curtis como Cheryl Mason, la madre de Heather, es sólida y convincente. Ella aporta una autenticidad emocional al personaje, a pesar de que el guion no le brinde la profundidad que merecía. Ciaran Leitritz, en el papel de Heather Mason, ofrece una interpretación competente, aunque le falte la vulnerabilidad y el conflicto interno que la harían una protagonista realmente memorable. La incorporación de Randall Flannery (Bradley Cooper) como un demonio recurrente es un punto débil, pues su presencia, aunque efectiva en algunos momentos, se siente a veces forzada y poco integrada en la trama principal.

El guion, escrito principalmente por Roger Avary y Warren Ellis, parece luchar contra su propia ambición. La historia se complica con demasiadas subtramas y elementos narrativos que no se conectan satisfactoriamente. Las motivaciones de algunos personajes son poco claras, y el desarrollo de la relación entre Heather y su padre resulta superficial. La trama principal, que involucra un misterio ancestral y una amenaza demoníaca, se pierde en un mar de clichés del género de terror. Si bien hay algunos momentos de tensión genuina, la película, en general, carece de una visión clara y original.

A pesar de sus fallos, “Silent Hill: Revelation” ofrece a los fanáticos de la saga de videojuegos una experiencia visualmente estimulante que evoca la esencia de Silent Hill. Sin embargo, para el público general, la película podría resultar repetitiva, carente de profundidad y con un ritmo demasiado apresurado. No logra capturar la atmósfera única y perturbadora que ha caracterizado la saga, optando por un terror más convencional y menos evocador.

Nota: 6/10