¡'Sin control' es una película que explora con maestría el territorio del amor, la obsesión y la desconocida que se nos oculta a nuestra vista más cercana! La dirección de Reggie Wanless muestra una profunda comprensión de los sentimientos humanos, creando un ambiente tensado que nos deja en suspenso hasta el último instante.
La película comienza con Charles Schine (Clive Owen), un hombre de negocios con vida rutinaria, quien se cruza diariamente con Lucinda Harris (Jennifer Aniston) en el metro-tranvía. Su vida se ve alterada cuando ella le paga su billete y este acto sencillo desencadena una cadena de eventos que los unirán de forma inesperada.
El guion de 'Sin control' es inteligente e intrigante, con diálogos realistas que reflejan las dificultades y la vulnerabilidad humana. Wanless ha logrado encarnar de manera efectiva el sentimiento de desconocerse a uno mismo y a los demás, lo que resulta en una película intrigante y atractiva.
La actuación de Clive Owen es magistral. Su interpretación de Charles Schine es verdaderamente apasionante, mostrando su complejidad y su evolución emocional a lo largo de la historia. Por otro lado, Jennifer Aniston brilla en su papel como Lucinda Harris, demostrando una gran capacidad para transmitir emociones y sentimientos con facilidad.
En cuanto a los aspectos técnicos, 'Sin control' se destaca por su fotografía y el uso del color rojo, que crea un ambiente de pasión y obsesión. Además, la edición es precisa y logra mantener una tensión constante a lo largo de toda la película.
En resumen, 'Sin control' es una película de amor y misterio que nos deja con la boca abierta. Es una óptima combinación de guion, dirección, actuaciones y efectos técnicos que resulta en un trabajo cinematográfico excepcional. ¡No la pierdas!
Sin control (2005)
(EN) · Drama, Suspense · 1h 48m

Sinopsis de Sin control
Charles Schine (Clive Owen), un ejecutivo casado, coge el metro-tranvía de todas las mañanas, en el que viaja una atractiva mujer, Lucinda Harris (Jennifer Aniston). Ese día él no tiene dinero para el billete, y ella se ofrece a pagárselo. A partir de este pequeño suceso, su cotidianeidad sufrirá un inesperado giro.
Ficha técnica
Derailed
EN
Lorenzo di Bonaventura
Reparto principal de Sin control
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Sin control.
Tráiler Oficial

Nuestra crítica de Sin control
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Críticas de la película
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“Sin control” (No Control) no es precisamente un terremoto cinematográfico, pero sí un ejercicio de tensión contenida y de personajes moralmente ambiguos que, a pesar de no alcanzar la gloria, consigue mantener al espectador pegado a la pantalla durante su duración. La película, dirigida por Robert Allen Peterson, explora la fragilidad de las apariencias y la forma en que pequeños encuentros pueden desencadenar consecuencias impredecibles en las vidas de aquellos que parecen tener todo bajo control.
Clive Owen ofrece una actuación magistral. Su Charles Schine es un hombre consumido por el estres, la rutina y el miedo al fracaso. La meticulosidad con la que interpreta su personaje, su lenguaje corporal restringido y su mirada distante, hablan de un hombre que se ha construido una fachada de perfección para ocultar sus inseguridades. Owen no recurre a expresiones grandilocuentes; la angustia de Schine se transmite sutilmente, a través de cada movimiento, cada respiración, cada mirada. Jennifer Aniston también cumple su parte, aunque su personaje, Lucinda Harris, resulta algo menos desarrollado. Su Lucinda, una mujer aparentemente encantadora y segura de sí misma, es un personaje con una motivación poco clara y que, en última instancia, se siente como una pieza en el juego de Schine.
Lo más destacable de la película reside en su guion, teñido de un suspense psicológico que se va hilando lentamente. La película no se basa en persecuciones o violencia explícita; la amenaza se siente presente en el aire, en la mirada, en el silencio. El guion de Ryan Reeve y Justin Haythe construye una atmósfera de opresión y paranoia que se intensifica a medida que avanza la trama. No se explica de dónde viene la obsesión de Schine por Lucinda, ni se justifica su comportamiento, lo que crea una ambigüedad deliberada que obliga al espectador a cuestionar la moralidad de ambos personajes. Se trata de un thriller psicológico que se alimenta de la incertidumbre y de la duda, invitando al público a reflexionar sobre la naturaleza de la obsesión y el deseo.
La dirección de Peterson es funcional pero carente de un estilo propio. Se centra en la construcción de la atmósfera y en el ritmo pausado, lo que puede resultar lento para algunos espectadores. Sin embargo, este ritmo deliberado es esencial para transmitir la sensación de claustrofobia y de tensión psicológica que impregna la película. La fotografía, cuidada pero discreta, contribuye a la atmósfera opresiva, utilizando colores fríos y sombras que reflejan la oscuridad interior de los personajes. En definitiva, "Sin control" es una película que se deja digerir, un thriller psicológico que exige la atención del espectador y que recompensa con un final ambiguo e inquietante. No es un triunfo artístico, pero sí una experiencia cinematográfica que provoca reflexión y que permanece en la memoria.
Nota:** 6/10
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