Sing Your Song (2012)

“Sing Your Song” es una película que, sorprendentemente, se pierde en la sombra de su sujeto: Harry Belafonte. La HBO, que la llevó a Sundance, buscaba, aparentemente, desentrañar la vida del inmenso artista y activista, pero el resultado final, aunque respetable, no logra trascender la mera biografía documental y termina siendo una experiencia cinematográfica algo plana y con un ritmo desigual. El director Timothy Carey, con su experiencia previa en documentales de arte, entrega un producto visualmente cuidado, con una banda sonora impecable que, inevitablemente, domina la narrativa. La música de Belafonte, de jazz a calipso, se inserta con maestría, convirtiéndose en el alma de la película y en un escape para el espectador, casi como un contrapunto a la seriedad de las batallas que Belafonte libró.

La película se centra en la asociación, a menudo tensa, entre Belafonte y Martin Luther King Jr., mostrando sus colaboraciones en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y, posteriormente, su involucramiento en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. La película se siente más cómoda mostrando las reuniones, los encuentros y los debates, que a veces resultan lánguidos, más que en el desarrollo de las acciones concretas. Carey se enfoca en la tensión inherente a la relación entre ambos líderes, en las diferencias ideológicas y las frustraciones, pero sin profundizar lo suficiente en las motivaciones individuales. Si bien es evidente la importancia de su conexión, la película no explora completamente el impacto que esa relación tuvo en el camino hacia la igualdad. El manejo de ciertas escenas, particularmente las relacionadas con la clandestinidad de sus actos en Sudáfrica, resulta algo confuso y carente de detalles impactantes.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Leslie Odom Jr. como Harry Belafonte es convincente, logrando transmitir la dignidad, la sabiduría y la frustración del personaje. Sin embargo, la representación de Martin Luther King Jr. resulta un tanto artificiosa, sobre todo por parte de la actriz que lo interpreta, con una actuación que, aunque correcta, se siente menos orgánica que la de Belafonte. También se destaca la presencia de Samuel L. Jackson, que aporta un brillo especial en sus cameos, aunque sus apariciones, limitadas en tiempo, no son suficientes para alterar significativamente la dinámica de la película. La dirección de arte es notable, recreando entornos y atmósferas de diferentes épocas, pero a veces se inclina por la estética documental, restando dinamismo a la narrativa.

En definitiva, “Sing Your Song” es una película encomiable pero imperfecta. Ofrece una introducción a la vida de Harry Belafonte, destacando su legado como activista y artista. Es una película que podría haber sido mucho más profunda y arriesgada, pero que, al final, se queda en la superficie de una historia extraordinariamente importante. El ritmo lento, la falta de profundidad en algunos aspectos y una representación algo mediada de ciertos personajes la convierten en una experiencia interesante pero no memorable.

Nota: 6/10