Sobreviviendo en Marte (2021)

“Sobreviviendo en Marte” es una película que, en lugar de buscar la grandilocuencia y el espectáculo, opta por la introspección y la atmósfera, creando una experiencia cinematográfica perturbadora y memorable. La película no se centra en la acción, sino en el lento desmoronamiento de la psique de Remmy, interpretado magistralmente por Jake Gyllenhaal, mientras se enfrenta a una amenaza invisible y a la creciente sensación de aislamiento. Gyllenhaal ofrece una actuación sutil pero poderosa, transmitiendo el miedo, la paranoia y la desesperación de su personaje con una economía de medios que resulta particularmente efectiva. Su mirada, a menudo fija en el horizonte, es suficiente para comunicar la inmensidad del paisaje y el peso de la soledad.

La dirección de Simon Baruchel es exquisita en su simplicidad. Evita los trucos visuales grandilocuentes y se enfoca en la creación de una sensación de inquietud constante. Los planos largos y las tomas extensas, que dominan gran parte de la película, nos imponen la misma lentitud y el mismo miedo que experimenta Remmy. El paisaje marciano, logrado con efectos visuales tanto prácticos como digitales, se convierte en un personaje en sí mismo, una extensión del estado mental del protagonista. El color, con predominio de tonos terrosos y ocres, refuerza la atmósfera desoladora y opresiva. No se trata de un Marte visualmente espectacular, sino de un Marte que te invade con su vacío y su amenaza latente.

El guion, aunque deliberadamente lento, es un punto fuerte de la película. La historia se construye gradualmente a través de las experiencias de Remmy, sus sueños inquietantes y sus interacciones, aunque limitadas, con su padre. La ambigüedad es clave: nunca sabemos con certeza la naturaleza de los “extraños” que aparecen en las colinas. Esta incertidumbre no es un defecto, sino una elección estilística que fuerza al espectador a involucrarse en la construcción del significado, proyectando sus propios miedos y ansiedades en la amenaza percibida. La película plantea preguntas sobre la supervivencia, la identidad, la familia y la relación entre el hombre y la naturaleza. El guion, en lugar de ofrecer respuestas fáciles, deja al espectador reflexionando sobre el significado de la existencia.

A pesar de su lentitud y su falta de acción convencional, “Sobreviviendo en Marte” es una película que persiste en la memoria. Su atmósfera opresiva, su actuación de Gyllenhaal y su guion ambiguo la convierten en una experiencia cinematográfica perturbadora y, en última instancia, profundamente satisfactoria. No es una película para todos, pero para aquellos que buscan algo diferente, algo que les haga pensar y sentir, “Sobreviviendo en Marte” es una joya oculta del cine moderno. Es una historia sobre el miedo a lo desconocido y sobre la fragilidad de la condición humana, contada con una honestidad y una sensibilidad excepcionales.

Nota: 7.5/10