Socios y sabuesos (1989)

“Socios y Sabuesos” (Turner & Hooch, 2022) es una refrescante y sorprendentemente divertida comedia de detectives que, en un género a menudo saturado de clichés, ofrece un giro inesperado y una relación entrañable entre su protagonista y su compañero canino. La película, adaptada del popular cómic, no busca ser un thriller de suspense puro, sino que se centra en el desarrollo de la conexión entre Scott Turner (Tim Daly) y Chester, un perro de raza Bloodhound con una personalidad tan fuerte como su olfato. La dirección de David Cross es sutil y eficaz; se permite que la comedia fluya naturalmente, evitando caer en momentos ridículos o forzados. Cross se concentra en capturar la dinámica entre los personajes, creando un ambiente cómodo y, al mismo tiempo, lleno de situaciones humorísticas a lo largo de la trama.

Tim Daly entrega una interpretación sólida como Scott Turner, un detective con un pasado turbio y una cierta desconfianza hacia los demás. Su personaje es complicado, un hombre que ha aprendido a protegerse del mundo, pero que, inevitablemente, se abre a la amistad y la lealtad que ofrece Chester. La comedia reside en gran medida en la contraposición entre la seriedad y la excentricidad de Turner, y la naturaleza traviesa y a menudo desagradable de Chester. El perro, interpretado por un auténtico Bloodhound llamado Watson, es un personaje redondo, con una dignidad canina que a veces desafía la lógica, pero que siempre sirve para sacar carcajadas. El elenco secundario, con figuras como Danny Burstein y Moore, añade matices y crea un entorno familiar y entrañable para la historia.

El guion, aunque sencillo en su planteamiento, es sorprendentemente efectivo. La trama, que gira en torno a la investigación de un asesinato y el descubrimiento de una red de contrabando de arte, no es especialmente compleja. Sin embargo, el escritor Michael McDonald se apoya en la relación entre Turner y Chester para generar humor y tensión. La película logra equilibrar la comedia con momentos de suspense genuino, manteniendo al espectador interesado en saber qué ocurrirá a continuación. La utilización del olfato de Chester como herramienta investigadora, aunque a veces exagerada, aporta un elemento visualmente atractivo y, de hecho, es el corazón de la película. Además, la película se beneficia de una puesta en escena cuidada, que evoca la atmósfera melancólica de un pueblo americano decadente, contribuyendo al tono general de la historia.

En definitiva, “Socios y Sabuesos” es una comedia ligera y entretenida, que supera las expectativas que puedan tener los espectadores ante un adaptación de un cómic. Es un ejemplo de cómo un buen guion, una excelente interpretación y una relación conmovedora entre un hombre y su perro pueden resultar en una película disfrutada por todo el mundo. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí una opción refrescante y divertida para una noche de cine.

Nota: 7/10