Sola en casa (2017)

“Sola en casa” es, a primera vista, una comedia familiar que, para ser sincero, no llega a revolucionar el género. Sin embargo, tras una primera impresión algo descuidada, la película revela una base de entretenimiento decente, impulsada por una protagonista entrañable y un desarrollo de argumento que, si bien no es complejo, logra mantener al espectador enganchado hasta el final. Becky G, en el papel de Chloe, ofrece una actuación sólida y genuina; su inseguridad y necesidad de aceptación son rasgos con los que muchos jóvenes se pueden identificar, y su interpretación aporta un alma humana a una trama que podría haberse vuelto excesivamente infantil. Josh Peck, como Liam, complementa a Becky G, ofreciendo un alivio cómico y una conexión natural entre ambos personajes.

La dirección de Mark Waters es discreta, sin buscar efectos visuales deslumbrantes o una estética particularmente innovadora. Se centra en la construcción del mundo de los gnomos y los Troggs, creando una atmósfera de fantasía ligeramente retro que evoca a las películas de aventuras de los años 80. El diseño de producción es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Los gnomos son simpáticos y ligeramente perturbadores a la vez, y la casa de la nueva familia de Chloe es un microcosmos de un estilo que se ha vuelto prácticamente arcaico, dotando a la historia de un encuadre visual interesante. La banda sonora, con canciones pop actuales, contribuye a la dinámica juvenil de la trama, aunque a veces se siente un tanto forzada.

El guion, sin embargo, es donde la película más notablemente defrauda. La trama se basa en elementos ya vistos en otras películas del género, y la resolución, aunque satisfactoria para algunos, resulta predecible. La subtrama del intento de integración de Chloe en el grupo de las chicas populares, las BTC’s, es cliché y poco desarrollada. Se explora la presión social y la importancia de la aceptación, pero sin profundizar en las verdaderas complejidades de estos temas. La amenaza de los Troggs, aunque presentada con cierto entusiasmo, no se justifica del todo, y su motivación carece de peso narrativo. La película se permite un tono ligeramente más adulto, planteando dilemas morales interesantes, pero el desarrollo de estas ideas se siente superficial y carente de matices.

A pesar de sus fallos, “Sola en casa” logra funcionar como una experiencia entretenida, especialmente para el público infantil y adolescente. La película se beneficia de un ritmo ágil, un humor accesible y las actuaciones convincentes de sus protagonistas. Es un intento de combinar fantasía, comedia y dilemas de identidad, aunque sin alcanzar la excelencia. No es una obra maestra, pero sí una película disfrutable que ofrece un respiro de la rutina, permitiendo un viaje breve y ligero a un mundo de gnomos y Troggs.

Nota: 6/10