Soldado Universal (El día del juicio final) (2012)

“Soldado Universal (El día del juicio final)” no es una película para ir a ver buscando una experiencia cinematográfica trascendental. Se trata de una entrega de acción repleta de elementos pulp, reminiscencias de Die Hard y un toque de cyberpunk distópico que, en definitiva, ofrece un entretenimiento visceral y, a su manera, bastante estimulante. Scott Adkins, siempre un actor capaz de transmitir una intensidad palpable, se enfrenta a una tarea monumental: convencer al espectador de que su personaje, John, es real y que su venganza es justificable. Y lo logra, en gran medida, gracias a una actuación honesta, llena de matices y a un trauma evidente que se siente en cada uno de sus movimientos y expresiones. Adkins demuestra su versatilidad y su habilidad para llevar una historia tan densa y personal a la pantalla.

La dirección de Patrick Wise, aunque no goza de un estilo particularmente innovador, cumple su cometido al mantener el ritmo trepidante de la trama. Hay escenas de acción coreografadas con una energía contagiosa, donde la utilización de armas de fuego y combate cuerpo a cuerpo se siente crudo y efectivo. Sin embargo, la película a veces sacrifica la sutileza en pro del espectáculo, y algunos diálogos resultan algo redundantes o torpes. La paleta de colores, dominada por tonos grises y azules, contribuye a crear una atmósfera opresiva y futurista, aunque carece de un mayor desarrollo visual. La banda sonora, por su parte, es funcional pero no destaca.

El guion, escrito por Scott Adkins, se basa en un concepto intrigante: la pérdida de la memoria y la incertidumbre sobre la propia identidad. La introducción de la trama con la pérdida del recuerdo y la sospecha inicial sobre la realidad son elementos que generan una buena tensión narrativa. El conflicto entre John y Luc Deveraux es la columna vertebral de la película y se desarrolla a un ritmo sostenido, aunque las constantes giros de la trama, a veces, son un tanto abruptos y poco convencionales. La incorporación de Andrew Scott como el "resucitado" Andrew Scott, y la evolución de su personaje, aportan una capa adicional de complejidad al relato, y sorprenden por su giro de guion. No obstante, la película no siempre explora a fondo las implicaciones filosóficas de la pérdida de la memoria o las implicaciones éticas de la venganza.

A pesar de sus defectos, “Soldado Universal” es una película que sabe cómo mantener la atención del espectador hasta el final. La actuación de Dolph Lundgren, aunque limitada, añade un toque de carisma y peligro a la trama. La película no es perfecta, pero ofrece un entretenimiento sólido, una buena dosis de acción y un argumento con suficiente potencial para enganchar al público. En definitiva, es una película para aquellos que buscan una experiencia de acción sin pretensiones, disfruten del espectáculo y no exijan la profundidad filosófica o la brillantez narrativa. Nota: 7/10