“Sólo ellas... los chicos a un lado” es una comedia dramática que, aunque no alcanza la brillantez de obras similares, ofrece un entretenimiento agradable y, en ocasiones, sorprendentemente conmovedor. La película, firmada por Sophie Calle, se centra en la improbable amistad que se forma entre Jane, una cantante de club nocturno cínica y endurecida por la vida; Robin, una remilgada con un pasado turbulento; y Holly, una joven en constante búsqueda de amor. Estas tres mujeres, a pesar de sus diferencias obvias, comparten una herida común: una pérdida que ha moldeado sus vidas y las ha llevado a construir muros alrededor de sus corazones.
La dirección de Sophie Calle es discreta pero efectiva. Evita los excesos visuales y se enfoca en la construcción del personaje y la sutil evolución de la relación entre ellas. El ambiente nocturno, con sus luces tenues y la atmósfera de un club de jazz, se convierte en un personaje más, aportando una autenticidad que se respira en cada escena. Calle logra capturar la desesperación y la melancolía que impregnan sus protagonistas, sin caer en sentimentalismos fáciles. Se nota una preocupación por mostrar la vida real de estas mujeres, lejos de los clichés del cine romántico.
Las actuaciones son, sin duda, el punto fuerte de la película. Goldbery brilla como Jane, transmitiendo con maestría el cansancio y la frustración de una mujer que ha sacrificado su juventud en busca de la independencia. Su interpretación es llena de matices, mostrando tanto la dureza como la vulnerabilidad que esconde bajo esa fachada de cinismo. Parker, como Robin, aporta un toque de rebeldía y un humor negro que contrasta con la seriedad de Jane. Pero es Nicole Barrymore, en el papel de Holly, quien realmente roba la atención. Su Holly es una mezcla de ingenuidad, torpeza y una necesidad desesperada de ser amada, un personaje profundamente humano y con el que es fácil conectar. La química entre las tres actrices es palpable y fundamental para el éxito de la película.
El guion, aunque no resulta particularmente original, se basa en una premisa interesante y, en su desarrollo, plantea reflexiones sobre el género, la amistad femenina y la búsqueda de la felicidad. Se abordan temas como el machismo, la soledad y la dificultad de superar el pasado, aunque la forma en que se presentan a veces resulta un poco lenta y confusa. Hay momentos de gran emoción, pero también hay pasajes que podrían haberse pulido mejor. La película se beneficia de un ritmo pausado, que permite al espectador conocer a fondo a las protagonistas y comprender sus motivaciones. Sin embargo, la falta de profundidad en ciertos diálogos resta un poco de fuerza a la narrativa.
En definitiva, “Sólo ellas... los chicos a un lado” es una película digna de ser vista, especialmente para aquellos que aprecien el cine independiente y las historias sobre mujeres fuertes y complejas. No es una obra maestra, pero sí una propuesta refrescante y bien actuada, que ofrece un mensaje positivo sobre la importancia de la amistad y la capacidad de superarse a uno mismo. Es una comedia dramática con corazón y que invita a la reflexión.
Nota:** 6/10