Solo en casa 2: Perdido en Nueva York (1992)

“Solo en casa 2: Perdido en Nueva York” (Home Alone 2: Lost in New York) es una película que, a pesar de ser una secuela aclamada, no alcanza la magia del original. La historia de Kevin McCallister, ahora un niño de ocho años, que se pierde solo en la inmensidad de Nueva York durante las vacaciones navideñas, está bien contada, pero carece del encanto único que caracterizó la primera entrega. El director Chris Columbus, responsable de la original, logra mantener una atmósfera festiva y familiar, pero el ritmo de la película se siente apresurado, sacrificando la lentitud deliberada que permitía a la audiencia conectar con el personaje de Kevin y sus dificultades.

La película se centra en la valentía y la astucia del niño, que debe sortear la gran ciudad para volver a casa. El guion, escrito por John Hughes, es sólido y ofrece situaciones cómicas inteligentes, muchas de ellas derivadas de la interacción de Kevin con los personajes que conoce en Nueva York. Sin embargo, a diferencia del primer filme, las trampas que Kevin pone en marcha para engañar a sus captores son menos originales y se sienten menos impactantes. La comedia se basa más en slapstick y situaciones exageradas, lo que diluye el impacto de algunas bromas. La construcción de los nuevos antagonistas, liderados por el agudo y peculiar Sr. Paisley, se siente como un añadido algo forzado, intentando replicar el esquema del Sr. Marley, pero sin la misma profundidad ni la misma humanidad.

Las actuaciones son correctas, pero no sobresalientes. Macaulay Culkin, en su papel de Kevin, mantiene una presencia juvenil y entrañable. Sin embargo, la película no le ofrece la oportunidad de mostrar la evolución del personaje que vimos en la primera entrega. Alec Baldwin, como el Sr. Paisley, ofrece un divertido y exagerado papel, pero su personaje no llega a ser tan memorable como el Sr. Marley. El resto del elenco secundario cumple su función, sin dejar una impresión duradera. El trabajo de producción es impecable, capturando la vibrante y caótica atmósfera de Nueva York durante la época navideña. Las decoraciones, los efectos especiales y la música contribuyen a crear un ambiente festivo y atractivo, pero no logran compensar las deficiencias del guion.

En definitiva, “Solo en casa 2: Perdido en Nueva York” es un entretenimiento navideño decente, que ofrece momentos divertidos y algunas situaciones cómicas efectivas. No obstante, queda a la sombra del clásico original, que posee un encanto inigualable debido a su enfoque en la vulnerabilidad infantil y la relación entre un padre y un hijo. Es una película que se disfruta con la mente en blanco, sin grandes pretensiones, pero que no logrará despertar recuerdos profundos ni generar una conexión emocional significativa. Es una secuela que, si bien cumple su cometido, nunca alcanza la cima de su predecesora.

Nota: 6/10