“Sombra” (Shadow) es una película de acción y política coreana que, aunque no rompe esquemas narrativos, ofrece un despliegue visual y físico considerablemente interesante. Dirigida con una mano segura por Kim Taec-yun, la película se centra en una intrincada trama de traiciones y engaños en un reino feudal, aprovechando al máximo el potencial de las grandes escenas de combate. El argumento, al principio algo confuso debido a la gran cantidad de personajes y sus maquinaciones, finalmente se consolida en un conflicto directo entre el rey Zhaoxin (interpretado por el carismático Zheng Kai) y el comandante militar, Zhao Yun (Deng Chao), un hombre que se ha convertido en la herramienta perfecta para la manipulación y el engaño.
Deng Chao, como siempre, ofrece una actuación impecable. Su personaje, Zhao Yun, es un hombre atrapado entre su deber y su propia supervivencia. No es un héroe tradicional; es un estratega astuto y pragmático, dispuesto a recurrir a la deshonestidad para proteger su posición y, en última instancia, a su gente. La complejidad de su personaje radica en su capacidad para justificar sus acciones, incluso cuando estas son moralmente cuestionables. Zheng Kai, por otro lado, ofrece una presencia imponente como el rey. Su reinado está marcado por la paranoia y la crueldad, y su comportamiento es comprensible en el contexto de un reino al borde de la guerra. La química entre Chao y Kai es palpable, lo que le da peso emocional a la relación central de la película.
La dirección de Kim Taec-yun es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. El ritmo es dinámico y la acción se despliega con una grandiosidad que recuerda a las películas épicas de samuráis. Los espectáculos de combate son coreografiados con precisión y visualmente impactantes, utilizando tanto técnicas tradicionales como efectos especiales para crear secuencias de lucha de alto voltaje. La película sabe cómo equilibrar las escenas de acción con momentos de tensión dramática, manteniendo al espectador enganchado. Sin embargo, el guion, aunque sólido en su planteamiento, a veces cae en clichés y en demasiadas explicaciones recargadas, ralentizando el flujo narrativo en ciertos momentos. El diseño de producción, con sus paisajes imponentes y la meticulosa recreación de la arquitectura feudal, contribuye significativamente a la inmersión en la ambientación histórica.
A pesar de algunos tropeles narrativos, “Sombra” se erige como un entretenimiento visualmente estimulante y con un buen desarrollo de sus personajes principales. La película no pretende reinventar la rueda, sino ofrecer una narrativa de intrigas y batallas que explota al máximo el potencial de sus actores y la dirección. Es un espectáculo de acción que, en última instancia, satisface la demanda de un público que busca una escapatoria cinematográfica con grandes combates y personajes complejos. La película logra, sobre todo, destacar la habilidad de sus protagonistas, a quienes se les permite brillar en un entorno de intrigas y peligro constante.
Nota: 7/10