Son of Pakistan (2011)

“Son of Pakistan” no es una película que te dejará sin aliento, pero sí que te obliga a reflexionar sobre la complejidad de la lucha antiterrorista en un país como Pakistán. La cinta, dirigida por Arif Anwar, se adentra en el mundo de los agentes de policía que, con valentía y sacrificio, se enfrentan a la sombra del terrorismo. El film evita el melodrama fácil y se concentra en construir un ambiente de tensión constante, utilizando la puesta en escena y la fotografía para transmitir la dureza y la desesperación de su misión.

La dirección de Anwar logra, en gran medida, plasmar la atmósfera opresiva de Pakistán, mostrando tanto la belleza paisajística del país como la violencia y la pobreza que se esconden tras la fachada de modernidad. Sin embargo, el ritmo de la película, en ocasiones, se siente un poco irregular. Se suceden escenas de acción intensas, pero a veces se interrumpen con momentos que, si bien son necesarios para el desarrollo del personaje, podrían haberse condensado o omitido, evitando que la narrativa pierda fuerza. La edición, por ejemplo, podría haber sido más precisa para mantener la tensión central a lo largo de toda la película.

El núcleo de la película reside en las actuaciones del reparto. Mohiuddin Mohiuddin, como Ghulam Mohiuddin, ofrece una interpretación sólida y convincente, capturando la determinación y la vulnerabilidad de un hombre atrapado en una lucha que le cambia la vida. Su evolución a lo largo de la historia es, sin duda, uno de los puntos fuertes del film. El resto del elenco, incluyendo a Arif Mehmood como el tenaz Shafqat Cheema, también cumplen su cometido, aunque no se les da el espacio suficiente para profundizar en sus personajes. Sin embargo, el actor que destaca realmente es el joven Babar Ali, cuya interpretación de Babar Ali es, honestamente, sorprendente. Demuestra una madurez y una intensidad que superan con creces su juventud, dejando al espectador con una sensación de admiración.

El guion, en general, es correcto, pero carece de la originalidad y la complejidad que podrían haber elevado la película a un nivel superior. La trama, aunque sólida, es predecible en algunos momentos, y se basa en arquetipos comunes del género de acción y suspense. La película aborda temas relevantes como la corrupción policial, la radicalización y las consecuencias del terrorismo, pero lo hace de forma superficial, sin profundizar en las motivaciones de los personajes o en las causas subyacentes del conflicto. Se evita la mirada crítica y se centra más en la acción que en el análisis social. El diálogo, en ocasiones, resulta forzado y poco natural, lo que resta credibilidad a la historia. Sin embargo, la película consigue transmitir el mensaje de que, incluso en medio de la oscuridad, la esperanza y el coraje pueden prevalecer.

Nota: 6/10