Sonic 2: La película (2022)

“Sonic 2: La película” no es solo una secuela; es una explosión de color, velocidad y entretenimiento familiar que, a pesar de sus defectos, logra entretener y, en ciertos momentos, sorprendentemente emocionar. Si bien no alcanza la altura de la original, ofrece una experiencia visualmente deslumbrante y una narrativa que, aunque predecible, se beneficia de una ejecución impecable y de un ritmo frenético que lo convierte en una opción sólida para pasar un buen rato en el cine.

La dirección de Jeff Fowler se centra en la acción y el espectáculo, y no se anda con rodeos. La película está repleta de secuencias de persecución impresionantes, coreografías de acción inventivas y efectos especiales que aprovechan al máximo la velocidad de Sonic y la capacidad de manipulación de Tails. Fowler ha logrado crear un mundo vibrante y detallado, con un diseño de producción que homenajea a los cómics clásicos de Sonic, pero también introduce elementos originales que enriquecen el universo. Sin embargo, a veces esta obsesión por la acción puede eclipsar el desarrollo de los personajes, dejando que la trama avance con una lógica algo fluida.

Las actuaciones son destacadas. Ben Schwartz sigue siendo la voz perfecta para Sonic, capturando a la perfección su actitud despreocupada y su espíritu rebelde. Colleen O'Shaughnessy, como Tails, aporta una profundidad y una humanidad al personaje, mostrando un crecimiento natural a lo largo de la película. Mark Strong, como el Dr. Robotnik (Knuckles), ofrece una interpretación más oscura y amenazante que en la primera entrega. Su villano no es simplemente malvado por serlo; tiene motivaciones complejas y un pasado que explica su sed de poder. La inclusión de Papito (Lee Sharp) como el director de policía aporta un toque cómico y familiar, equilibrando el tono general de la película. La actuación de Dooley Parton, aunque breve, es un guiño nostálgico y significativo.

El guion, aunque no particularmente innovador, funciona bien a nivel de entretenimiento. La historia se centra en el conflicto entre Sonic y Robotnik por la esmeralda, pero explora temas más amplios, como la importancia de la amistad, la responsabilidad y el equilibrio entre el poder y la justicia. La introducción de Knuckles como un antagonista con una agenda propia y un código moral diferente le da un giro interesante a la trama y genera momentos de tensión genuina. Sin embargo, la película recurre a clichés de la narrativa de superhéroes y la resolución del conflicto final se siente un poco apresurada, casi como un “happy ending” genérico.

En definitiva, “Sonic 2: La película” es una secuela divertida y visualmente impactante que, a pesar de sus defectos, cumple con el cometido de entretener al público de todas las edades. Si buscas una película de acción desenfadada con personajes entrañables y efectos especiales impresionantes, esta es una buena opción. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí un entretenimiento válido y, en algunos aspectos, sorprendentemente gratificante.

Nota: 7/10