“Sound of Freedom” es un filme que, sin duda, ha provocado un debate intenso y polarizado. Más allá de las controversias que lo rodean, la película, dirigida por Carlos Manuela, presenta una historia conmovedora y, en algunos aspectos, notablemente efectiva, aunque con algunos tropiezos narrativos. La trama, centrada en la vida de Tim Ballard, un ex agente del Servicio Secreto que abandona su carrera para convertirse en un activista dedicado a rescatar a niños víctimas de trata de personas y explotación infantil, se desarrolla con una intensidad que busca generar empatía en el espectador. Ballard, interpretado por Christian Ballard (no confundir con el director), ofrece una actuación honesta y apasionada, transmitiendo la angustia y el compromiso profundo con su causa. Su personaje, aunque a veces excesivamente idealizado, cumple con la función de ser el vehículo para exponer la escala brutal de la trata de personas.
La película se apoya en un relato de rescate específico, el caso de Sophie, una niña que Ballard rescata en Colombia, para ilustrar la realidad de la trata. Este elemento central, narrado como un "documental" dentro de la narrativa principal, busca darle credibilidad a la historia y enfatizar la urgencia de la situación. Sin embargo, este recurso, si bien intencionado para aumentar el impacto emocional, a veces se siente un poco forzado y carece de la sutileza que podría haberlo enriquecido. La dirección de Manuela se centra en la acción y la emotividad, con escenas de persecución y rescate que, aunque efectivas visualmente, a veces priorizan el espectáculo por encima de la profundidad psicológica. El ritmo de la película es, en general, acelerado, lo que puede resultar abrumador para el espectador, especialmente durante las partes más intensas. El manejo del suspense es constante, pero a veces carece de la gracia que caracteriza a un thriller bien construido.
El guion presenta momentos brillantes, en particular en las escenas que evocan la vulnerabilidad de las víctimas y el dolor de las familias afectadas. La representación de la corrupción y la complicidad de las autoridades, aunque presente, no profundiza lo suficiente en la complejidad de los problemas que subyacen a la trata de personas. Se centra en la acción heroica de Ballard, lo que, si bien es admirable, limita la exploración de las raíces socioeconómicas y políticas de este flagelo. La película no es la más sofisticada en su narrativa, y su enfoque en la experiencia individual de Ballard deja de lado la visión global del problema. No obstante, la banda sonora, con melodías emotivas y evocadoras, y la fotografía, que captura la belleza y la dureza de los paisajes latinoamericanos, contribuyen a crear una atmósfera envolvente. La película, en definitiva, busca ser un llamamiento a la acción, una advertencia sobre la amenaza que representa la trata de personas y una demostración del heroísmo individual. Aunque con algunas imperfecciones, logra despertar la conciencia del espectador sobre un tema crucial.
Nota: 6.5/10
