“Sons of Rizk” es una película que se aferra a la tensión y al drama familiar con una intensidad palpable, aunque no sin cierta ambigüedad narrativa que, en última instancia, resulta ligeramente frustrante. Dirigida por Mohamed Faizal, la película se sitúa en el vibrante y a menudo caótico escenario de El Cairo, y explora la compleja dinámica entre cuatro hermanos, cada uno marcado por sus propios secretos y arrebatos. La premisa – la promesa de dejar atrás la vida criminal – es atractiva desde el principio y el inicio plantea un conflicto interno que reside en el núcleo del drama.
La dirección de Faizal es notablemente enfocada en los personajes, creando una atmósfera densa y claustrofóbica que refleja la tensión emocional contenida en el hogar de los Rizk. Las escenas nocturnas, impregnadas de la luz cálida y difusa de la ciudad, contribuyen a esta sensación de inquietud y peligro inminente. Sin embargo, a veces el director se permite un uso excesivo del montaje rápido, que, si bien sirve para aumentar el ritmo, puede restar impacto a ciertos momentos clave. La fotografía es, en general, excelente, capturando la belleza y la brutalidad de El Cairo con una mirada que se siente auténtica, lejos de ser meramente visualmente espectacular.
La fortaleza indiscutible de “Sons of Rizk” reside en el talento de sus actores. Amr Youssef, como Ahmed Ezz, el hermano que intenta salir de la maldad, entrega una actuación cautivadora. Su conflicto interno entre la necesidad de redención y la influencia de su pasado es convincente y se siente profundamente. Ahmed Al Fishawy, interpretando a su hermano menor, también destaca por su vulnerabilidad y su desesperación. Dawood Ahmed, por su parte, ofrece un giro de guion interesante, mostrando una faceta más astuta y pragmática dentro del grupo. La química entre los tres hermanos es palpable y constituye la base emocional de la película.
El guion, aunque plantea temas nobles como la redención y la familia, carece de la sutileza necesaria para profundizar en las motivaciones de los personajes. La trama se apoya demasiado en golpes de suerte y situaciones de acción que, aunque visualmente interesantes, a menudo parecen forzadas. Además, el antagonista, interpretado por un actor secundario, es un tanto caricaturesco, lo que disminuye la tensión dramática. La película se aferra a un final precipitado que, si bien cumple con el objetivo de generar un clímax explosivo, no ofrece una resolución que realmente satisfaga a largo plazo. Se siente como un intento de terminar la historia de forma dramática, en lugar de una conclusión orgánica que resalte el crecimiento (o la falta de él) de los personajes.
A pesar de sus fallos, "Sons of Rizk" es una película que merece la pena ver. Es un retrato crudo y complejo de la vida en El Cairo, con personajes bien interpretados y escenas de acción emocionantes. Si bien la historia podría haber sido más sutil y los personajes más desarrollados, la película ofrece una experiencia cinematográfica intensa y memorable.
Nota:** 7/10