Spider-Man: un nuevo universo (2018)

“Spider-Man: Un Nuevo Universo” es una apuesta audaz y, en última instancia, fascinante para la franquicia. Sony ha decidido expandir el multiverso, y lo hace con una energía frenética y una complejidad narrativa que, aunque a veces dificulta la inmersión, recompensa al espectador que se permite ser arrastrado por la maquinaria del caos. La película no intenta, ni debería, imitar las vertientes más populares de Spider-Man, sino que se presenta como un experimento, un ejercicio de imaginación que explora la esencia del personaje a través de las múltiples capas de un universo en constante colapso.

La dirección de Jon Watts se siente diferente a las entregas anteriores. Se aleja de la familiaridad de Nueva York para sumergirnos en un escenario visualmente rico y diverso, lleno de colores vibrantes y paisajes que evolucionan a medida que el multiverso se desmorona. La paleta de colores, en particular, es un elemento clave para transmitir la sensación de inestabilidad y peligro inminente. Sin embargo, la constante introducción de nuevos entornos y visuales, en ocasiones, sacrifica la coherencia narrativa. A veces, la película se siente un poco desordenada, como si se estuviera apresurando el ritmo para abarcar todo el contenido visual que se tenía planeado.

La actuación de Shameik Moore como Miles Morales es, sencillamente, excepcional. Moore no solo domina la acción, sino que transmite la vulnerabilidad, la determinación y la incipiente responsabilidad de un joven que se ve repentinamente catapultado a un rol que nunca pidió. Su arco de personaje es el núcleo emocional de la película, y su evolución a lo largo de la trama es convincente. Las interpretaciones de los cuatro Spider-Man alternativos también son sólidas, cada uno aportando una dinámica particular al grupo. Andrew Garfield y Tobey Maguire, en particular, ofrecen momentos memorables y añaden una capa de nostalgia que, sin duda, resonará con los fans.

El guion es, sin duda, el aspecto más complejo y debatible de la película. La premisa de un multiverso en colapso está bien ejecutada, y la introducción de las cuatro versiones alternativas de Spider-Man crea situaciones cómicas y dramáticas. No obstante, la trama se complica excesivamente con múltiples subtramas y giros inesperados que, aunque intencionales, pueden resultar confusos para el espectador menos familiarizado con el universo de Spider-Man. Se siente que el guion, a veces, prioriza la ambición narrativa sobre la claridad. La idea de Peter Parker como mentor no siempre funciona de manera efectiva, y su relación con Miles, aunque emocional, carece de la profundidad que podría haberle conferido.

A pesar de sus problemas, "Spider-Man: Un Nuevo Universo" es una película entretenida y visualmente impactante. Es un intento audaz de reimaginar el personaje de Spider-Man y explorar el potencial del multiverso. No es la película de Spider-Man más pulida o la más emocionalmente resonante, pero sí es una experiencia cinematográfica única y, en última instancia, satisfactoria.

Nota: 7/10