Spotlight (2015)

“Spotlight” no es solo una película sobre periodismo; es una meditación sobre la responsabilidad, la verdad y el poder del coraje. Dirigida por Tom McCarthy, la cinta se sumerge en las profundidades del escándalo del abuso sexual en la Iglesia Católica de Boston, ofreciendo un relato contundente y profundamente humano. La película no se limita a presentar los hechos; explora las consecuencias devastadoras para las víctimas y la dificultad inherentemente compleja de desenmascarar la corrupción arraigada en instituciones poderosas.

Lo que distingue a "Spotlight" de otros documentales o dramas sobre temas similares, es su enfoque en el trabajo del equipo de reporteros del periódico *The Boston Globe*. McCarthy, con maestría, nos presenta a este grupo de periodistas, en particular al joven Michael Rezendes, el veterano Walter "Will" Harnett y la ingeniosa Sacha Pfeiffer. Cada uno aporta una perspectiva diferente, una herramienta de investigación distinta, y la película se beneficia enormemente de la tensión, la colaboración y, a veces, el desacuerdo dentro de este equipo. La dinámica entre ellos no es solo un elemento narrativo, sino que transmite la sensación realista de un grupo que se enfrenta a una tarea monumental, a menudo sin saber dónde encontrar el punto de entrada.

Las actuaciones son sobresalientes. Matthew McConaughey, lejos de su habitual carisma, ofrece una interpretación excepcionalmente sutil y convincente como el editor de *The Boston Globe*, Mike Rezendes. Rachel McAdams, a menudo asociada a comédias románticas, se muestra aquí con una fuerza y una vulnerabilidad impresionantes interpretando a Sacha Pfeiffer. Pero es la actuación de Mark Ruffalo como Will Harnett la que realmente resalta. Su personaje, un periodista con una profunda moralidad, es el corazón emocional de la película, la voz de la razón y la empatía en medio del caos. La película también destaca con actuaciones secundarias impecables, como las de John Mayer y Paul Sparks, quienes dan vida a los personajes clave de la diócesis de Boston.

El guion, adaptado del libro de Michael Rezendes y Sean Murphy, es el verdadero motor de la película. McCarthy, junto con sus guionistas Josh Berger y Eric Roth, construyen una narrativa magistralmente entrelazada, salpicada de momentos de tensión que mantienen al espectador al borde del asiento. La película no se apresura en revelar la verdad, sino que la desvela gradualmente, permitiendo al público procesar la magnitud del engaño y las consecuencias. La investigación del equipo de *Spotlight* se presenta de forma meticulosa, mostrando los archivos, los documentos y las entrevistas que les llevaron a descubrir la verdad. La película no glorifica el periodismo de investigación, sino que lo muestra como un trabajo duro, lento y a menudo frustrante, pero inevitablemente necesario.

Más allá del escándalo en sí, “Spotlight” plantea preguntas importantes sobre el poder, la transparencia y la obligación de las instituciones de responsabilizarse de sus actos. No ofrece soluciones fáciles ni juicios simplistas, pero sí inspira a reflexionar sobre la importancia de la verdad y la necesidad de que la sociedad exija que los poderosos rindan cuentas. Es una película que perdura mucho después de que los créditos finales han rodado, invitando a la discusión y al análisis.

Nota: 9/10