Sprookjesboom de Film (2012)

“Sprookjesboom de Film” (Árbol de los Cuentos de Hadas) no es una película que busque revolucionar el género de la aventura familiar. Al contrario, se posiciona deliberadamente como un guiño nostálgico, un retorno a la magia y la fantasía que evoca los cuentos de hadas de una época pasada, con un toque de la tradición holandesa. Y en ese cometido, la película cumple con éxito, aunque sin grandes pretensiones artísticas. La dirección de Frank Bajart, aunque sencilla, logra crear un ambiente visualmente atractivo, jugando con la luz y los colores para representar el mundo invernal de Winterland. Este reino, presentado como un lugar resplandeciente y casi surrealista, se beneficia de la fotografía de Reinold Bloem, que logra transmitir tanto la belleza del entorno como la melancolía que impregna la historia.

El corazón de la película reside, sin duda, en las actuaciones de Ali B, quien interpreta a la figura icónica de Winterland, y de Frank Focketyn, quien aporta su inconfundible carisma y presencia. B, con su habilidad para dar vida a un personaje mágico y a la vez vulnerable, logra generar cierta empatía con la audiencia. La interpretación de Focketyn, aunque quizás un tanto caricaturesca en algunos momentos, es esencial para el tono general de la película: alegre, divertido y con una pizca de humor. El resto del elenco cumple su cometido sin destacar, ofreciendo interpretaciones correctas pero sin añadir profundidad a la trama. Reineke Jonker, quien también se involucra en la dirección, aporta un toque de pragmatismo y guía a los jóvenes protagonistas, actuando como un elemento de equilibrio en la aventura.

El guion, sin embargo, es el punto más débil de la película. Si bien la idea de embarcar a un grupo de amigos en una búsqueda de cristales mágicos es un cliché del género, la ejecución carece de originalidad. Los acertijos y los obstáculos que los protagonistas deben superar son predecibles y, en algunos casos, demasiado simplistas. La trama avanza a un ritmo constante, pero sin grandes sorpresas ni momentos realmente memorables. Se recurre a menudo a clichés del género, como la malvada reina o el héroe que tiene que salvar a su pueblo. Aunque el objetivo principal es entretener a los niños, la falta de complejidad narrativa podría dejar a los espectadores mayores un poco decepcionados.

A pesar de sus limitaciones, “Sprookjesboom de Film” es una película agradable para ver en familia. Su estética visual, las actuaciones de Ali B y Frank Focketyn, y el ambiente mágico de Winterland logran crear una experiencia entretenida. No es una obra maestra, pero sí una película que evoca la nostalgia de los cuentos de hadas y que ofrece un escape ligero y divertido para toda la familia. Es, en definitiva, una película para niños y familias que buscan una historia sencilla, visualmente atractiva y llena de magia.

Nota: 6/10